Chimo Bayo podría resumirse en un inconfundible “hu-ha”. Todo un himno de una generación, de un movimiento que supo encontrar el sentido de la vida. Icono de la Ruta del Bakalao, este valenciano (5 de octubre de 1961) es uno de los pocos vestigios que queda en pie de aquella época que cambió la forma de pensar entre los jóvenes. Y lo dice con orgullo, porque la Ruta no fue esas imágenes sesgadas que sacaban en la televisión de los 90. La Ruta fue una forma de vida, un sentimiento de amistad y de compadreo, un peregrinar de personas sin prejuicios cada viernes hacia la meca de la música tecno. O como dice el mismísimo Chimo Bayo “el último movimiento social libre y espontáneo” que ha existido en España donde se exprimía la vida hasta que el cuerpo aguantara sin importar el quién eras ni de dónde venías.
Su primer éxito fue el sencillo Así me gusta a mí (1991), con el que vendió más de un millón de copias por todo el mundo, llegando incluso a ser número 1 de ventas en Japón e Israel. Con su estética vanguardista se convirtió en el icono para muchos jóvenes. Su creciente popularidad le llevó a comenzar una gira de más de 100 actuaciones por Europa y, posteriormente, por Asia. Destaca la actuación en Japón ante más de 55.000 personas en el Tokyo Dome.
A sus 62 años, el autor de temas míticos como Bombas o La Tía Enriqueta se mantiene en la cresta de la ola, hasta el punto de que se ha permitido el lujo de hacer la canción del verano con un himno a la paella y sacar otros dos pegadizos temas No paro ni un instante y Que nadie Duerma que son referentes para otros dj´s. Chimo puede con todo. Este sábado actúa en Medina del Campo, en la plaza Mayor de la Hispanidad (23.00 horas) y gratis, y lo hace con muchas ganas. Un festival remember de los años 90 donde tendrá de acompañantes a artistas como Viceversa, Marian Dacal, Eva Martí y Sensity World con Fernandisco como maestro de ceremonias.
La Ruta valenciana fueron dos décadas de fiesta, de alcohol y drogas pero también de arte, música y moda, unos tiempos que nada tuvieron que envidiar a la Movida Madrileña, pero en este caso, con peor cartel y con peores ojos, algo que nuestro protagonista rechaza. Chimo Bayo se define a sí mismo como "Patrimonio de la Humanidad", y no miente. Así lo descubre en esta entrevista en exclusiva para EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León. Larga vida al "chiqui tan, chiquiti tantantan".
Pregunta. Chimo Bayo llega a Medina del Campo. Cuénteme qué recuerdos le trae a la memoria si le digo Valladolid o Medina del Campo.
Respuesta. Pues como curiosidad te diré que en Valladolid tengo al presidente de mi club de fans, Manuel. Nos vemos una vez al año y en Medina del Campo nos veremos también. Y tengo más recuerdos. Una actuación en una presentación de autobuses en Valladolid y en la plaza Mayor he actuado varias veces. Siempre con muy buenos recuerdos y buena gente.
P.- Ya le advierto de que en esta comarca tiene muy buenos seguidores. De esos que salían los viernes rumbo a Valencia para volver el domingo a última hora. ¿Qué les va a ofrecer?
R.- Una sesión tecno donde viajaremos en el tiempo con nuevos remixes y otras retocadas por mí. Vamos a escuchar tecno actual con temas míos y otros más antiguos con cosas clásicas de los años 90, 80 y finales de los 70, y con remezclas actuales. Será intenso. Os lo recomiendo.
P.- Ha pasado de ser el rey del tecno al del verano con ese tema dedicado a la paella.
R.- (Risas). ¡Buf! ha sido un mes arrollador. He sacado tres temas. Que Nadie Duerma, el himno a la paella, una idea de Arroz La Fallera, y No Paro ni un instante. No he trabajado tanto en mi vida como este verano. Lo de la paella me hace mucha ilusión, por lo de ser un himno. Quiero que todo el mundo se lo ponga de fondo cuando se ponga a hacer una.
"No he trabajado tanto en mi vida como este verano. He sacado dos temas y el himno a la paella, que ha sido un pelotazo"
P.- 40 años después sigue arrasando. ¿Cuál es la fórmula del éxito?
R.- Lo importante es ser consciente de que no solo eres tú el que lleva 40 años. También lo llevan tus seguidores y los que vienen, por lo tanto, te tienes que ir renovando. El secreto de mi éxito es que mi música pasa de padres a hijos, de tíos a sobrinos…Chimo Bayo forma parte de la familia. Siempre digo en broma que muchas casas deberían tener una foto mía en el salón.
P.- ¿Qué tiene la nostalgia que es tan poderosa?
R.- No se puede tener nostalgia de algo irrepetible, de una época que no va a volver. Por eso en estos conciertos el tiempo se para. No me gusta decir nostalgia porque parece que suena a tristeza, mis conciertos son algo que hay que vivirlo con alegría. Un recuerdo que van a tener durante todo el año. Veo a todo el mundo sonriendo y disfrutando, y eso me hace feliz.
P.- En el mundo de la música, ¿cualquier tiempo pasado fue mejor?
R.- Yo dejé de pinchar un tiempo cuando la música se aceleró. Había gente que pinchaba a 190, era muy rápido, porque yo estaba en 132 y subiendo. Las cosas cambian. Ahora mismo hay música antigua que me flipa, pero temas actuales que también me gustan. A mí no me gusta hacer siempre lo mismo, quiero buscar otros estilos y hacer las canciones mías. Por ejemplo, metiendo letra en castellano y alguna frase en inglés.
"El secreto de mi éxito es que mi música pasa de padres a hijos, de tíos a sobrino y sé amoldarme a todo"
P.- ¿Se ha sabido amoldar a las circunstancias o cree que se mantiene fiel a un estilo?
R.- Me dicen mucho eso de que me he reinventado. Yo sigo siendo el mismo, pero sí me he amoldado a los nuevos tiempos. Ideas tengo muchas y siempre se puede innovar. Por ejemplo, he hecho una canción en tecno con mucha letra, cuando eso no se hace. En Que nadie duerma afirmo que nadie sabe quién soy (letra de mi amigo Juanlu). Y posteriormente me he dado cuenta de que respondo a esa pregunta en mi otra canción: No paro ni un instante. Es una cosa maravillosa.
P.- Sigue siendo pionero e innovando.
R.- Sí, cuando salgo al escenario siempre lo he hecho. No me veo saliendo con vaqueros y camisa, tengo que salir con mi traje, algo que me convierte en Chimo Bayo, el personaje.
P.- Si al Chimo Bayo de hace 30 años le dicen que en 2023 iba a seguir sobre los escenarios y en lo más alto, ¿se lo hubiera creído?
R.- No. Soy una persona independiente. Estamos formados por cuatro personas, mi manager y yo. No tenemos un gran equipo de promoción y todo ha sido de modo popular, gracias a mis seguidores que me han colocado donde estoy. Me siento muy querido por la gente y respetado por los profesionales. Los que pinchan ahora, y son numero 1, comenzaron con mis canciones. Me tienen respeto por ser pionero y por seguir ahí. Hoy en día todavía siguen saliendo remixes de mis canciones e incluso con mi voz original. Sigue sonando mi voz delante de millones de personas.
P.- ¿Qué hubiera sido de Chimo Bayo y de la ruta del bakalao con internet y con redes sociales?
R.- La pregunta del millón, (risas). Pues hubiera durado menos todavía. Para hacerte una foto con alguien tenías que currártelo y se veía lo que estabas haciendo, ahora vale todo y la gente no se corta. Es como la televisión que sacaba lo peor de la Ruta. La Ruta tiene un toque neorrealista y con ese toque poético, de un recuerdo que se queda en la mente para siempre. Gracias a Dios, que no existían los móviles ni las redes sociales, la Ruta del Bakalao ha sido el último movimiento social libre y espontáneo, y por suerte no quedó grabado en los videos, pero sí en las mentes.
P.- Ahora todo el mundo habla bien de la ruta del Bakalao, pero su generación se llevó muchos palos.
R.- Decían que se ponían ciegos. ¿Ahora no? Fue una época preciosa, donde yo evolucioné desde el funky al tecno pasando por todos los estilos. Siempre lo he defendido. Había djs que decían que les había perjudicado y luego se pasaron al estilo ‘acid’. A mí me molestaba que renegaran de lo suyo. Yo fui el único que la defendí, y lo sigo haciendo. Yo para esto soy muy auténtico y no tengo miedo a decir las cosas.
"La Ruta del Bakalao fue una época maravillosa, que yo siempre voy a defender. No me gusta los que reniegan de ella"
P.- Se habla mucho de la salud mental y de los problemas de los grandes artistas para digerir el éxito. ¿Cómo lo ha hecho usted?
R.- Es cierto que es difícil pegar cuatro pelotazos como hice yo y luego mantenerte. Cuando miras atrás te das cuenta de lo complicado que es. Yo pensaba que era lo normal, y en frío te das cuenta de que no es así. La cuestión es tomártelo con tranquilidad y por eso no he tenido ningún problema en ese aspecto. Tuve cinco años que dejé la música y presenté un programa nocturno en un canal valenciano. Eso me vino muy bien para relajarme y desconectar. Luego volvió a sonar el teléfono y me llamaron de festivales. La tele está bien porque tienes aplausos enlatados, pero prefiero los del público en directo. Si me hubiera quedado en casa hubiera sido desastroso.
P.- ¿Habrá festivales de recuerdo de reguetón dentro de 30 años como ocurre con el tecno?
R.- ¡Uf! Creo que habrá, incluso alguno hay en la actualidad para recordar tiempos pasados. Pero no tengo ni idea. Todo es cuestión psicológica. La gente joven es víctima de la música que está obligada a escuchar en redes y discotecas. Cuando naces en una época es complicado cambiar el estilo. Los desengaños amorosos que tengan dentro de 20 años no serán como los de ahora. (Risas).
"Soy consciente que de concejal de fiestas en el Ayuntamiento de Valencia lo haría muy bien"
P.- Yo leo su CV y ha hecho de todo. ¿Alguna espinita le ha quedado?
R.- Siempre hay cosas. Por ejemplo para el año que viene ir a cinco o seis festivales con los mejores y hacerlo a lo bestia. Y si puedo, hacer una gira. Pero sobre todo seguir trabajando y seguir siendo feliz con mi chica, que no es fácil porque pasamos mucho tiempo juntos, pero sabemos cuándo tenemos que callarnos o dejar nuestro espacio.
P.- Por cierto, si le digo Joaquín Isidoro ni me responde. (Su nombre completo)
R.- Joaquín es Chimo en valenciano. Lo de Isidoro es por mi bisabuelo, pero no lo veo artístico. (Risas)
P.- ¿La política no le ha tentado?
R.- No creo que lo haga, pero soy consciente que de concejal de fiestas en el Ayuntamiento de Valencia lo haría muy bien. (Risas).