La fuerza del destino ha provocado que Ana Torroja y Valladolid se encuentren en diferentes momentos de su vida profesional. El más recordado aquel 29 de septiembre de 1992, en la plaza de toros, un concierto de Mecano donde una afonía lo convirtió en casi épico. Nadie lo sabía, ni ella. Pero fue el último concierto del grupo más aclamado en España. Ya nada volvió a ser como antes. De ahí que todavía se emocione cuando lo recuerda. Luego volvió en 2003 a la plaza Mayor, mismo escenario que este sábado. Además, fue cabeza de cartel en el recordado Valladolid Latino de 2012. Para muchos vallisoletanos aún les cuesta tanto olvidarse de este macroconcierto que podría tener hueco para próximos años.
Hoy, Torroja (Madrid, 28 de diciembre de 1959) se cuela en la fiesta de la Virgen de San Lorenzo de Valladolid con un concierto desde las 23.00 horas que será especial. Se podrán recordar las míticas canciones de Mecano pero también sus temas más conocidos, y es que como ella misma recuerda, “llevo más años en solitario que con Mecano”. Lejos de hundirse tras la separación de los hermanos Cano, la madrileña se vino arriba y se ha convertido en una de las voces nacionales imprescindibles. Recientemente ha sido galardonada con el Premio a la Excelencia Musical por la Academia Latina de la Grabación.
El objetivo es coger aire y bailar tanto que al día siguiente digamos que hoy no me puedo levantar. Y no, no es el 7 de septiembre, es el 2. Nada tiene de especial un concierto de ferias, uno más, pero en esta ocasión, nadie puede detenerle sigue volando cual paloma al vuelo.
Pregunta. Hablar de Valladolid es hablar de septiembre de 1992. ¿Aún recuerda ese día?
Respuesta. Por supuesto. Un recuerdo maravilloso. Por una afonía tuvimos que suspender el concierto original, pero no queríamos dejar de ir. Así que lo programamos de nuevo, lo que pasa es que no estaba recuperada del todo, pero teníamos que estar porque era nuestro último concierto y la gente lo esperaba. Fue un momento complicado y todavía se me pone la carne de gallina al recordarlo. En ese instante entiendes el drama que es para una cantante. Pero la reacción de la gente fue increíble. Un momento mágico y emotivo. Y sin saberlo fue el último concierto de Mecano.
"Todavía se me pone la carne de gallina cuando recuerdo aquel día de septiembre en Valladolid que fue el último concierto de Mecano"
P.- Y 31 años después, ¿cómo es Ana Torroja? ¿Qué ha cambiado?
R.- Los años no pasan en balde. (Risas). Algo que no ha cambiado es la ilusión y la emoción que siempre tengo con mi público. Luego he dado muchas vueltas. Tengo varios discos y mi carrera en solitario es ya más larga que la que hice con Mecano. He ido ganando en confianza y seguridad. Cuando arranqué era casi obligado, pero el cuerpo me pedía hacer música, escribir y realmente fue algo que no sabía si iba a tener continuidad. Y la vida te regala sorpresas y llevo evolucionado desde ese día, cantando diferentes estilos musicales y descubriendo que mi estilo es mi voz. Por eso puedo jugar con diferentes estilos. Además, todo esto me ha dado mucha seguridad en el escenario. Me encuentro muy cómoda cantando sola, aunque sigo con mis canciones que me vieron nacer. Ellas siempre van en mi maleta.
P.- Quizás uno de los méritos para mantenerse en la cresta de la ola es saber amoldarse a los cambios. ¿No?
R.- Hay que irse adaptando. La industria ha cambiado mucho y hay que renovarse o morir. El ser humano está preparado para adaptarse como hemos demostrado estos años. El adaptarte te permite redescubrirte. En los últimos años he trabajado con gente joven y eso me ha permitido seguir aprendiendo. Eso me motiva, y quiero seguir trabajando con ellos porque aprendo mucho.
"En solitario llevo muchos años cantando diferentes estilos musicales y descubriendo que mi estilo es mi voz"
P.- Volvemos al presente. ¿Qué nos espera en el concierto de este sábado en la plaza Mayor de Valladolid?
R.- Os espera la banda sonora de vuestra vida y de la mía. Un concierto lleno de éxitos, el 90% de las canciones se conocen. 12 minutos de temas de Mecano, y luego con clásicos míos como Contracorriente o Ya no te quiero, y con temas de mi último trabajo. Es un concierto que no para, una montaña rusa de emociones. Con unos visuales muy cuidados. Además, también ofrezco al final la posibilidad de peticiones del público.
P.- ¿Por qué?
R.- En Chile, una niña de 8 años se puso a llorar después del concierto, pregunté qué ocurría y su padre me dijo que no había cantado su favorita: 20 mariposas. Desde ese día hago una parte de canciones a la carta o de peticiones al oyente. Es a capela y conmigo sola en el escenario. En Valladolid también lo haremos.
P.- ¿Mira desde arriba de ese escenario y qué público ve?
R.- Un perfil muy amplio, ya que son 40 años de carrera. Están los fieles que siempre están en primera fila, pero luego hay muchos fans que se han ido sumando durante mi carrera. De madres a hijas, nietos, sobrinos, etc. Es un concierto para toda la familia y todas edades. Incluso ya veo a bebés a hombros de sus padres. Me gusta que la gente se sorprenda, es mi objetivo en los conciertos.
P.- Se ha especializado en grandes conciertos. ¿Echa de menos los más íntimos?
R.- Los conciertos de mucha gente son energía y son muy poderosos. Pero en los pequeños también se genera una comunicación que no logras en los grandes. Se crea otra atmósfera. En México he hecho cumpleaños, por ejemplo, el de una señora de 80 años, y había 100 personas y ahí estuvimos.
P.- En los últimos meses hemos visto que se atreve con todo. Incluso a ser una Ratita. ¿Qué le queda por hacer?
R.- Muchas cosas, (risa). No lo sé, pero seguro que muchas. Lo de hacer de Ratita en MaskSinger (Antena 3) fue una experiencia increíble, retadora y divertida. Una va caminando en la vida y le surgen estas cuestiones. Por eso ya te digo que me quedan muchas cosas en el camino.
P.- La revolución y la reivindicación de la mujer ha llegado al mundo del fútbol en las últimas semanas. ¿En el de la música ya ha llegado?
R.- Esto ya lleva un rato, la reivindicación en el mundo musical está muy presente En algunas cosas están conseguidas, en otras hay que seguir luchando. Hay que buscar nuestro lugar y sitio. Que se nos valore, pero muchas de estas cosas tienen que empezar por uno mismo. Valorarse y respetarse, saber que eres capaz y lo demás llegará. No es fácil. Estamos consiguiéndolo con cosas muy importantes y ser campeonas del mundo del fútbol, eso es mucho.
"Hay que buscar nuestro lugar y sitio. Que se nos valore a las mujeres, pero muchas de estas cosas tienen que empezar por una misma"
P.- No podemos terminar esta entrevista sin la pregunta del millón, ¿cuándo vuelve Mecano?
R.- Yo te diría que lo más cercano a la vuelta de Mecano es el concierto de este sábado en Valladolid. (Risas)
Y decimos adiós y pedimos a Dios que en el año que viene a ver si en vez de un concierto de Ana, pueden ser dos. Saca el champán y las uvas y el alquitrán.