Tercera de feria. Lleno en los tendidos en tarde de bochorno. Se despedía del coso del paseo Zorrilla y de la afición vallisoletana con toros de Victorino Martín Julián López 'El Juli' acompañado en el cartel de Emilio de Justo. El salmantino Miguel Ángel Sánchez fue el sobresaliente.
Al finalizar el paseíllo el diestro madrileño fue obligado por el respetable a saludar al dedicarle una atronadora ovación que compartió en un acto de compañerismo con De Justo. Posteriormente se le hizo entrega por parte de la empresa y de la Peña Taurina El Juli de sendos obsequios.
Julián López 'El Juli'
Saltó al ruedo en primer lugar un cárdeno, Buscador de nombre, de 543 kilos de peso, un toro bravo, con calidad, noble y con fijeza, metiendo con mucha clase la cara por ambos pitones, aunque algo justito de fuerzas. Fue recibido por El Juli de forma magistral con un ramillete de verónicas cadenciosas y al ralentí, bajándole mucho las manos y llegando mucho al público. Recibió un puyazo el toro en el caballo y posteriormente el madrileño se dirigió al centro del ruedo para brindar al público.
Inició el trasteo con pases de tanteo muy templados por ambos pitones sacándoselo a los medios donde le planteó la faena. El toro que tenía muy buena condición no andaba sobrado de fuerzas por lo que El Juli en maestro fue arrancándole series muy templadas y de mano baja calando mucho en los tendidos. Una pena esa carencia de fuerzas porque la faena hubiera podido ser de las de cante grande. Aun así el madrileño le cortó una oreja tras fuerte petición de la segunda al matar de estocada. Faena de maestro.
El segundo de su lote, Bosilillo de nombre, cárdeno capirote, de 564 kg en la romana, fue un toro que tuvo su guasa y sus complicaciones. Muy bien lidiado por José María Soler en tercio de banderillas echándole el capote adelante y corriéndole para atrás. En la faena de muleta El Juli le plantó cara intentándole tapar 'las ideas' nada buenas del de la A coronada. A la salida de cada muletazo reponía y se revolvía con rapidez, y a medida que fue transcurriendo el trasteo se fue agarrando más al piso. Terminó macheteándolo por la cara matándole de un pinchazo hondo, precedido de otro pinchazo. Palmas.
Se despidió El Juli de Valladolid con el toro de menos peso del encierro, de 494 kg cárdeno capirote también, más feo y basto de hechuras. Empujó en el caballo. Brindó el madrileño a Roberto Domínguez que se encontraba en los tendidos del 7. No era el toro ideal para una despedida, soso, con poca clase, ligeramente agarrado al piso, sin entregarse nunca y carente de recorrido tanto por un pitón como por el otro.
Sin embargo, El Juli no quería irse a pie y una vez más como tantas en su carrera se vio obligado a tirar de raza, de amor propio y orgullo profesional, construyendo una faena en los medios en las que pudo sacar muletazos de bella factura. A modo de anécdota, el madrileño en su afán de que aquello cogiera vuelos llegó a pedir la música, arrancándose sin solución de continuidad la Banda Municipal de Íscar.
Mató de estocada arrancando una oreja que le permitía cruzar por vigésima sexta vez la puerta grande. Es la plaza en la que ha salido más veces por la puerta grande. Grande Julián López 'El Juli'. Hasta siempre MAESTRO.
Emilio de Justo
Lidió en primer lugar un toro que ya en los corrales no gustó, el 81, Patatero de nombre, de 533 Kg en la romana, negro de capa, más abierto de cara e incierto en la embestida. Le recibió con mucho gusto De Justo con el capote, por verónicas muy cadenciosas y muy templadas con la rodilla genuflexa, rematadas con una media a pies juntos en los medios.
En el caballo recibió un puyazo delantero. Ya en la faena de muleta, el torero extremeño le plantó cara por ambos pitones, tragándole mucho porque el 'victorino' no estaba dispuesto a regalar una embestida franca y por derecho, por lo que a base paciencia, de tesón, de colocación y de conocimiento de este tipo de embestidas De Justo fue hilvanando una faena de mucho mérito que tiró por la borda con el fallo a espadas. División de opiniones.
El segundo de su lote, y cuarto de lidia ordinaria, de capa negra y Midanito de nombre, dio un peso en la báscula de 522 kilos. Bonito toro, muy en tipo de la casa, bravo, con clase y con importancia en la embestida.
Sin duda el mejor toro del encierro. Le recibió el extremeño con lances muy templados y suaves, sin quebrantar al toro. Cumplió en el caballo. Brindó al público, iniciando la faena con pases de tanteo en los que el de Victorino dejaba entrever su clase, y De Justo lo aprovechó.
Estuvo sensacional con este toro sacando tandas por el pitón izquierdo y por el derecho de mucho gusto y de mucho mérito porque el toro venía con todo, abrochando una de las tandas con un trincherazo de ensueño y el resto con pases pecho hasta el hombro contrario.
Hoy por hoy es el torero que mejor ejecuta el pase de pecho porque lo engancha adelante y se lo lleva hasta la hombrera contraria lo que le da una gran profundidad. Mató de estocada desprendida tardando el toro en caer signo de bravura, lo que dio lugar a que sonaran dos avisos. El público se enfrió y se le pidió únicamente una oreja que fue concedida por el presidente. Ovación al toro en el arrastre.
El último del encierro, dio un peso en la romana de 568 kg, Directivo de nombre, cárdeno capirote, bragado corrido. Fue un gran toro también pero nada fácil, de los de tragar. Había que hacerle las cosas muy bien porque en cuanto se descuidara el torero se lo podía echar a los lomos. Tras un breve saludo capotero y liviano encuentro con el caballo, se desmonteraron en banderillas Juan José Domínguez y Pérez Valcárcel.
Brindó De Justo a El Juli en las rayas. Emotivo momento que fue muy ovacionado por el público que llenaba el coso del paseo de Zorrilla. Estuvo hecho un tío el extremeño en este toro. Si bien acudía con prontitud y fijeza al cite, el soltarlo era un mundo porque reponía mucho.
Poco a poco le fue cogiendo la distancia y las alturas dando lugar a tandas por ambos pitones de mucho valor y de gran estética porque el toro era de lo de tragar y echar la moneda al aire. Apostó y ganó De Justo, pero incomprensiblemente se atascó con la espada sonando un aviso. Hay toros que hay que matarlos sí o sí, es una auténtica lástima que después del esfuerzo que hizo con él lo pinchara así.
En resumen, gran tarde la que se ha vivido hoy en Valladolid con un excelente ambiente en los tendidos y en la que nos ha dicho adiós una de las más grandiosas figuras de la Tauromaquia de todos los tiempos: Julián López 'El Juli'. Hasta siempre Maestro.
Nota: Esta tarde se celebra la 4.ª del abono, donde Morante, por lesión, cederá su puesto a Diego Urdiales, completando la terna Juan Ortega y Pablo Aguado con toros de Núñez del Cuvillo.