Pesquera de Duero es un pequeño municipio vallisoletano que se ubica en la Comarca de Peñafiel. Ha sido un punto crucial de caminos a lo largo de la historia y, también, un lugar privilegiado geográficamente por la bondad de sus tierras en plena Ribera del Duero con los mejores vinos como protagonistas.
En la actualidad, como cuentan fuentes municipales en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, son un total de 428 los vecinos que allí viven, aunque en los meses de verano y calor la población foránea se duplica en busca de esa tranquilidad que da siempre un pueblo y el hecho de respirar aire puro.
El Ayuntamiento de Pesquera de Duero ha adquirido una vivienda en la que va a ofrecer un alquiler social con el fin de favorecer la llegada de una familia que se asiente en el lugar y también evitar el cierre de su colegio municipal.
Una doble batalla que desde el consistorio quieren gana. Todo para plantar cara al cruel concepto de lo que se conoce como España vaciada.
Pérdida de población y una gran iniciativa
“Como casi todos los pueblos, hemos perdido población en los últimos 10 años. Es una situación que nos preocupa porque no somos capaces de fijar población, a pesar de ser un municipio con más de 30 bodegas y, por tanto, con posibilidades para trabajar”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Elisa Martínez, teniente de alcalde de Pesquera de Duero.
A grandes males, grandes remedios, diría aquel. Para atajar el problema surge la iniciativa, en la legislatura anterior. Todo para buscar una vivienda de alquiler social con el fin de que familias, con niños en edad escolar, se asienten en la localidad. El objetivo no era otro que seguir apostando por mantener abierto el colegio de Primaria y lograr atraer a esa nueva población.
“Al final de la legislatura anterior encontramos una vivienda con posibilidad de compra. Lo que pasa es que llevaba tiempo en desuso, por lo que estamos rehabilitándola para poder alquilarla”, añade nuestra entrevistada.
La casa
La casa está cerca de la plaza del pueblo y de uno de los parques. Pesquera de Duero no es un municipio grande y casi todo esta cerca. Otra de las ventajas de vivir en un lugar pequeñito y disfrutar del gran encanto que esconde un mundo rural que debemos luchar para que no muera
Los requisitos principales para poder alquilar esta casa pasan por empadronarse en Pesquera de Duero “para aumentar la población y venir con ganas de vivir en el pueblo con gente muy divertida” y “tener niños en edad escolar, ya que el objetivo pasa por mantener el colegio abierto”.
“Nosotros facilitamos todos los trámites, tanto para empadronarse, como para afrontar la matrícula del colegio. Contamos con una beca que hemos llamado ‘Banco de Libros’, a la que todos los niños pueden acceder. Se trata de usar los libros de los alumnos del año anterior. Tanto estos libros como el material escolar son totalmente gratuitos para el que curse sus estudios en nuestro municipio”, explica Elisa Martínez.
"Quiero que mis hijas crezcan aquí"
Jessica Salcedo Chicaiza ha recogido el guante de la iniciativa y está a punto de comenzar una nueva vida en Pesquera de Duero. Junto a sus hijas de 3, 8 y 14 años se trasladan a este pequeño pueblo de Valladolid para empezar de cero. Su marido falleció cuando su bebé tenía apenas dos meses y, desde entonces, se ha dedicado única y exclusivamente a ellas y sus cuidados.
Es ecuatoriana -aunque tiene nacionalidad española- y sus hijas nacieron en España. Hasta hace dos días su lugar de residencia era Parla (Madrid) y, desde hoy, comenzarán una nueva etapa en este pueblo de Castilla y León.
Son una familia en situación de vulnerabilidad a la que, mediante la Fundación Madrina, han tendido la mano. “Queríamos cambiar por problemas económicos y por la vida en general”, reconoce Jessica en declaraciones a EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León. Afirma que no puede trabajar puesto que no tiene a nadie que le “ayude” con las niñas. “En Madrid tengo familiares que me hacen compañía, pero cada uno tiene su trabajo, vida, historias”, matiza.
Ahora pasará a vivir en este pueblo de Valladolid donde va a pagar sobre unos 150 euros gracias a la iniciativa del Consistorio. Una vivienda que cuenta con dos habitaciones, salón, cocina, baño, patio y trastero. Un lugar perfecto para que las pequeñas puedan disfrutar. A mayores, se han comprometido a ayudarla para encontrar trabajo en la localidad vallisoletana, aunque primero debe “estabilizarse”.
No le da miedo mudarse a un pueblo ni cambiar de Comunidad. “Siempre nos gusta viajar al campo”, subraya. Y, tras dos días en el pueblo, asegura que se sienten “muy bien” allí y que las personas con las que se ha ido topando en este escaso tiempo han sido “muy amables”. En definitiva, y a solo horas de haberse mudado, tiene muy clara una cosa: “Quiero que mis hijas crezcan aquí”.
Todos los servicios para Jessica y su familia
“Actualmente contamos con colegio de Primaria, consultorio médico, supermercado, farmacia, peluquerías, bares, restaurantes, hoteles y hasta con un albergue rural. También con dos parques infantiles, servicios de guardería, instalaciones deportivas, piscina municipal y aula de cultura”, con los servicios para vivir en el lugar, vaya.
Desde el Ayuntamiento de Pesquera de Duero ven el futuro “con mucho optimismo y positividad” y les gustaría “crear un punto de información para el visitante y turista” y “seguir apostando por viviendas para los jóvenes".
“El objetivo y nuestro deseo más inmediato es que nuestro pueblo crezca y prospere para que todos vivamos mucho mejor, con más servicios y sin perder ninguno de los actuales”, finaliza la teniente de alcalde.
Todo después de que la iniciativa haya sido todo un éxito para alcanzar ese doble objetivo de ganar población con Jessica y sus tres hijas y la escuela del municipio vallisoletano tenga también un futuro a corto y medio plazo.