Rubén en la Finca de Banquetes Teodoro

Rubén en la Finca de Banquetes Teodoro

Valladolid

Vuelve a la vida una gigantesca finca de banquetes que apuesta por sus recetas doradas en la provincia de Valladolid

El empresario Íker Salgado ha comprado el recinto que volverá a ponerse en marcha tras su cierre con Rubén, el hijo de los padres fundadores, al frente

4 octubre, 2023 15:04

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La localidad vallisoletana de Valdestillas, con sus 1.599 habitantes según indica el Instituto Nacional de Estadística (INE), están de enhorabuena. Una de sus joyas, la Finca de Banquetes Teodoro volverá a la vida después de que Íker Salgado, el conocido empresario, haya comprado la misma en los últimos meses, como apuntaba el Boletín Oficial del Registro Mercantil y como confirmaba el propio empresario en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.

Una finca en la que se organizaban todo tipo de eventos y que ofrecía unos platos de calidad a sus comensales. “Era un mesón castellano”, explica Íker, que añade que lo que busca ahora es “mantener la idea de trabajo” incluso “recuperando las antiguas recetas de un establecimiento hostelero que abría sus puertas en el año 1986.

Ahora, la idea del empresario vasco, tras adquirir esta finca cargada de recuerdos y mucha historia, pasa por ceder la gerencia del local a Rubén, que es el hijo de Teodoro y de Martina, los creadores de todo. Los que llevaron a que el restaurante de la finca fuera uno de los más reconocidos de la provincia de Valladolid y a organizar decenas y decenas de eventos.

Una finca que, tras su cierre definitivo, el pasado año, volverá a abrir en este mes de octubre, y seguro que vuelve a reditar los grandes éxitos que cosechó en el pasado.

Un “currante” que toma el mando

“Soy un currante. Empecé desde pequeño en la Finca de Banquetes Teodoro. Al principio, secando cubiertos. Lo hacía acompañado de mi hermano mayor y de mis padres. Poco a poco fuimos, entre los cuatro, sacando el negocio hacia delante y convirtiéndonos en un lugar de referencia”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Rubén Hernández.

También estuvo al frente de la Bodega Teodoro, en la zona de bodegas de Boecillo, antes de dar el salto, en el año 2000, a los eventos.

Él es el hijo de Teodoro y de Martina. Nacido en Valladolid pero que lleva toda la vida viviendo en Valdestillas, tiene ahora mismo 47 primaveras. Toda la vida en la hostelería y cada uno de sus momentos ayudando en un negocio familiar sobre el que giraban sus mañanas y sus tardes, todo el tiempo de su vida.

El 22 de diciembre del año 1986, cuando nuestro entrevistado tenía 10 años, abre las puertas el establecimiento hostelero. Primeo con el restaurante y desde el año 2000 como complejo de eventos para celebrar bodas, comuniones, bautizos… de todo. Un lugar perfecto para hacerlo en sus 10.000 metros cuadrados de espacio.

El restaurante de la Finca de Banquetes Teodoro

El restaurante de la Finca de Banquetes Teodoro

Cierre y una ilusionante reapertura

“El 22 de diciembre de 1986 abrimos como restaurante. En el 2.000 añadimos los eventos. Sin embargo, cerramos el restaurante a la carta y el pasado año el negocio enfocado a los eventos que tan bien había funcionado en el pasado”, añade nuestro entrevistado.

El gran precursor del espacio fue Teodoro Hernández, el padre de Rubén. Junto a su esposa Martina, el negocio situado en la Plaza Cristo del Amparo Número.

En principio, este mes de octubre, abrirá el restaurante de carta, mientras que ya se trabaja en volver a recuperar los ventos a partir del año 2024. De hecho, como nos explica nuestro protagonista, ya se están haciendo reservas para echar a andar.

El lugar para celebrar un evento en la Finca de Banquetes Teodoro

El lugar para celebrar un evento en la Finca de Banquetes Teodoro

Mantener la esencia

“Que Íker quiera seguir con el negocio y que yo esté al frente, me enorgullece. El futuro lo veo de forma esperanzadora. Han sido muchos los que me han escrito ya para reservar en el lugar con el fin de hacer eventos aquí”, asegura el hostelero que se prepara ya para, como se diría en el argot torero, saltar al ruedo.

De hecho, y en algo anecdótico y muy peculiar, Rubén explica que por la Finca de Banquetes Teodoro ha pasado una persona que ha celebrado, primero su bautizo, en el lugar, después la comunión y hasta se ha casado allí, años más tarde.

“Vamos a aportar por la cocina castellana. El lechazo no puede faltar con nuestro espectacular horno de leña, tampoco la carne a la parrilla ni los guisos. Vamos a mantener nuestra esencia en esta apertura que estamos deseosos de afrontar”, finaliza el hostelero.

La Finca de Banquetes Teodoro volverá a brillar en Valdestillas en muy poco tiempo