A eso de las 20.00 horas partía desde Santiago de Compostela, en la tarde de este martes, 17 de octubre, un vuelo que debía de aterrizar en Málaga. Los pasajeros se ajustaban sus cinturones y seguían las pertinentes instrucciones de los azafatos y azafatas en la salida desde la ciudad gallega para llegar a la bella localidad andaluza.
Sin embargo, algo se comenzó a torcer al despegar. Un niño, que según han explicado fuentes de la Guardia Civil a EL ESPAÑOL de Castilla y León, tenía menos de 10 años, aunque no ha sido facilitada la edad exacta, comenzó a convulsionar en pleno vuelo.
Los problemas del pequeño obligaron a la tripulación a actuar de emergencia para aterrizar en un lugar seguro y que este niño pudiera ser atendido correctamente. Como han apuntado fuentes de la Delegación del Gobierno a este periódico, se decidió que se aterrizara en el Aeropuerto de Viillanubla de Valladolid.
Allí, a eso de las 20.25 horas, un equipo médico esperaba al niño que tenía fiebre y que fue atendido en el lugar. El padre, tras la primera atención, decidió llevar a su pequeño hasta un centro hospitalario después del gran susto en el aire.
Después de que tanto el padre como el hijo abandonaran el aeropuerto de la localidad vallisoletana, los pasajeros se volvieron a organizar para volver a subirse al avión y completar un vuelo que llegó a Málaga.
Eso sí, lo hizo con retraso debido a este tremendo susto, y con el corazón en un puño de todos y cada uno de los pasajeros que llenaban dicho avión.