La 68 edición de la Seminci echó esta noche el telón en el Teatro Calderón con un homenaje a la actriz británica Charlotte Rampling, que recibió la Espiga de Honor, y con un mensaje de apoyo al pueblo palestino.
En una gala conducida por la periodista Elena Sanchez y por el humorista Joaquín Reyes, metido en el papel del crítico Carlos Boyero, y en la que la música corrió a cargo de Santiago Auserón y El Mesiter, el momento más emotivo y la ovación de la noche se la llevó Charlotte Rampling al recoger de manos del director Julio Medem.
La sobresaliente trayectoria de esta actriz comenzó por azar al lado de los Beatles para consolidarse con Visconti, antes de que ‘El portero de noche’, de Liliana Cavani, hiciera despegar su meteórica carrera en los setenta. “Actúas para vivir, es un viaje constante”, sentenció hoy en Valladolid.
En declaraciones previas a la gala recogidas por Ical, Rampling reconoció que no eligió ser actriz, a la vez que recalcó que “actuar es vivir el papel. Es algo instintivo, si encuentro un papel que me atraiga me apetece bailar con ese director en su mundo imaginativo, y luego sale mi talento. He sido muchas personas diferentes en diferentes películas, y estoy encantada de poder seguir haciéndolo hoy día”, resumió.
Además, en sus palabras, recordó que su juventud y durante una estancia en Madrid donde su padre la mandó para aprender español, un joven español la rompió el corazón, algo solucionó muchos años después cuando Medem la llamó para ‘Caótica Ana’ (2007).
La otra gran ovación de la noche se la llevó el escocés Paul Laverty, el guionista de ‘El viejo roble’, película galardona con el Premio del Público, cuando al recoger el galardón en nombre del director, Ken Loach, se preguntó que pensaría estos días Bartolomé de las Casas, alguien que defendió hace más de cuatro siglos que los indios americanos eran personas, al ver el sufrimiento y el castigo colectivo del pueblo palestino. “¿No son seres humanos los palestinos?”, se preguntó, para denunciar una situación en la que incluso Israel se ha permitido amenazar al secretario general de Naciones Unidas. Además, Laverty hizo un llamamiento a sindicatos y trabajadores para contrarrestar el apoyo de los “poderosos” a Israel y reclamó que se “frene esta masacre”.
Por el escenario del Calderón también pasó la directora catalana Laura Ferrés, que se alzó con la Espiga de Oro al mejor largometraje de la Seminci gracias a ‘La imatge permanent’, su debut en el largo, donde profundiza en “el misterio de lo cotidiano” a través de una historia que lanza una mirada muy personal al éxodo que tantas familias emprendieron durante el franquismo desde Andalucía hasta Cataluña en busca de una vida mejor.
Ferrés reconoció que ‘La imatge permanet’ ha sido el proyecto “más desafiante” de su carrera y el más difícil de realizar, dado que como todo su equipo, ella también pertenece a la “clase trabajadora”.
La gala se cerró con el estreno en España de ‘Juniper’ (2021), dirigida por Mathew J. Saville y protagonizada por Charlotte Rampling. La película narra la historia de una exreportera de guerra, alcohólica y arrogante, protagonizada por Ramplign, que se ve obligada a relacionarse con su nieto Sam, un joven confuso al que da vida George Ferrier.