Más de 60 obras del pintor francés Henri Matisse han aterrizado en Valladolid. La Fundación Municipal de Cultura ha presentado 'Matisse, Arte en equilibrio', una muestra comisariada por Helena Alonso que se exhibirá en la sala municipal de exposiciones de Las Francesas con el fin de deleitar a los vallisoletanos con el arte del considerado maestro del fauvismo.
Esta permanecerá en la capital hasta el próximo 17 de diciembre y podrá visitarse, con entrada gratuita, de martes a domingo y festivos en horario de 12:00 a 14:00 horas y de 18:30 a 21:30 horas. Consiste en un recorrido que presenta la última etapa del maestro francés mediante un gran número de obras con litografía, linograbado, aguatinta o dibujo y una colección de fotografías de la capilla del Rosario, concebida y decorada por Matisse.
Según ha dado a conocer el Ayuntamiento, el francés consideró ese periodo una segunda vida, puesto que, pese a someterse a una intervención quirúrgica que le dejó importantes secuelas, él volvió a nacer artísticamente. Tanto es así, que en sus últimos años logró mostrar su vibrante energía enfocando también cada una de sus obras hacia un plano espiritual, lo que le ayudó a cumplir con su concepción del arte como medio que debe imprimir paz en el espíritu del espectador.
En el plano estético, además de mantener el empleo del color y el rechazo a las normas academicistas que lo convirtieron en uno de los grandes renovadores del lenguaje plástico del siglo XX, se lanzó a explorar nuevas vías de expresión para desarrollar su potencial creativo.
Cabe destacar que la muestra presta especial atención a la idea que Matisse sostenía sobre el arte, al que consideraba un mediador para llevar hasta el centro de las ciudades, donde en su opinión se pierde la relación con el mundo circundante, la alegría de vivir, la paz y la conexión con el cosmos. Una idea que esta exposición presenta con piezas como un dibujo acompañado de una transcripción suya del Cántico de las criaturas de san Francisco de Asís.
En esta misma línea, el recorrido dedica una sección a una de las obras más relevantes de su última etapa, la Capilla del Rosario en la localidad francesa de Vence, a la que el artista dedicó cuatro años: desde su participación en el desarrollo arquitectónico hasta la creación de vidrieras, la decoración de las paredes o el diseño de los objetos litúrgicos con una innovadora ligereza. Una colección de instantáneas de la fotógrafa Hèléne Adant presentan la original capilla. “Quiero que los visitantes de mi capilla experimenten un alivio del espíritu. Que, aún sin ser creyentes, se encuentren en un medio en el que el espíritu se eleve, el pensamiento se ilumine, el propio sentimiento se alivie”, manifestó Matisse sobre esta empresa a la que llegó a considerar ‘la culminación de una vida’.
La exposición también pone de manifiesto el gusto de Matisse por la exaltación de los colores, que llega a independizar del dibujo y de la perspectiva, a través de obras como 'La danza', una de sus litografías más conocidas por sus colores vibrantes y su fuerza expresiva. Otro notable ejemplo de la importancia que el artista le daba a la reproducción del color es el de las portadas para la revista Verve, también expuestas en Las Francesas. Estas, en algún caso, requirieron hasta 26 pases por imprenta para garantizar la exactitud cromática.
‘Matisse. Arte en equilibrio' también dedica una importante selección de piezas a la literatura como fuente de inspiración para el artista, quien ilustró la narración epistolar amorosa 'Lettres portugaises', libros de artista como 'Repli' o los 'Poemas de Charles d’Orleans', y creó el libro ilustrado 'Apollinaire' con una de las imágenes más reconocibles del artista, las tres máscaras que representan la amistad entre Rouveyre, Matisse y Apollinaire.
Por último, la muestra evidencia la fascinación de Matisse por otras culturas a través de la serie de retratos de los inuit que realizó para ilustrar la obra de su yerno George Duthuit 'Une fête en Cimmérie', trabajo para el que recurrió a libros de exploradores, fotografías y la excepcional colección de máscaras que Duthuit llevó a Francia en 1947.