Investigadores de la Universidad de Valladolid (UVa) han contribuido a la mejora de la conservación del patrimonio en Ciudad de México. Los seísmos son un grave problema para la conserva del patrimonio en zonas donde existe una alta actividad sísmica. Motivo por el cual, en ocasiones y tras varias reconstrucciones, abandonan los trabajos de reparación.
En este caso, algunos de los murales construidos por los artistas Juan O'Gorman y Chávez Morado en Ciudad de México, que se encuentran en el centro SCOP, van a ser desmontados y trasladados. Y los investigadores se encargarán de este desmontaje, traslado y posterior levantamiento en un nuevo edificio dentro de un proyecto de parque temático del muralismo mexicano.
El centro SCOP es un edificio emblemático de México cuyas fachadas están recubiertas con murales elaborados con la técnica del mosaico mexicano. Durante el terremoto de 1985 sufrió un fuerte deterioro y se reconstruyo parcialmente sus murales, cuya extensión abarca más de 6.500 metros cuadrados. Sin embargo, el nuevo terremoto sufrido en 2017 se abandonó.
El procedimiento es montar unos embalajes auto-portantes metálicos en las paredes que sustentan dichos murales. Así como desacoplar las paredes junto a los mosaicos del edificio a través de técnicas de corte con hilo de diamante y bajar los murales al suelo con sus muros de hormigón asociados mediante dos grúas.
Para todo ello, el equipo formado por investigadores de la UVa ha desarrollado cuatro equipos de adquisición y procesado, y ha desarrollado un software en tiempo real basado en plataformas National Instruments con Labview.
Cada equipo se encarga de analizar en tiempo real el estado de vibración y genera un aviso visual y sonoro en la obra al tiempo que guarda los estadísticos y registros significativos en la plataforma Monitoring Heritage System, de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico.
Los equipos se están montando de forma secuencial en los ocho murales, que tienen extensiones comprendidas entre 200 metros cuadrados y 300 por mural. Durante noviembre y diciembre se van a trasladar desde el edificio donde se encuentran hasta un almacén para su restauración y reinstalación.
El proyecto cuenta con cuatro objetivos principales. El primero de ellos es avisar en tiempo real en la obra de un nivel de vibración que exceda un umbral y poder detener las operaciones de obra sobre los muros que soportan los murales.
Por otro lado, registrar los niveles de estas vibraciones de forma periódica. Así como las señales temporales cuando se genera un aviso con una tasa de muestreo de 400 muestras por segundo.
Por último, modelar y analizar los niveles de vibración que experimentan los murales en las operaciones de corte y el traslado de su ubicación actual hasta su almacenamiento.