Rafael y La Fuentona en Santovenia

Rafael y La Fuentona en Santovenia Fotografías cedidas a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Valladolid

Un bar con una bella historia familiar: sabrosas tapas y tablas de marisco en un pueblo vallisoletano

Abrió sus puertas en el año 1999 como continuación a un negocio hostelero anterior

14 enero, 2024 07:00

Noticias relacionadas

Santovenia de Pisuerga es un municipio vallisoletano que se ubica a escasos cinco minutos de la capital si viajamos en coche. Se trata de un lugar perfecto para poder vivir, con la desconexión que proporciona un pueblo, pero con las ventajas de tener cerquita una gran urbe y la posibilidad de desplazarse rápidamente hasta ella ante cualquier contratiempo.

La localidad vallisoletana cuenta, en la actualidad, atendiendo al último padrón municipal y como confirma a EL ESPAÑOL de Castilla y León su alcaldesa Toñi López, con 4622 habitantes. Esto le permite contar con todo tipo de servicios. Entre ellos una escuela, centro médico, y también diversos establecimientos hosteleros para que los vecinos del lugar, y también los forasteros, puedan socializar o tomar una caña en la localidad pucelana.

Entre estos bares, cafeterías o restaurantes, este periódico se detiene en uno que se ubica en la calle Real número 84 y que tiene una bella historia familiar. Allí charlamos con Rafael Blanco Román, de 61 años, que suma 45 en el sacrificado mundo hostelero y que cada día lucha para sacar su negocio adelante.

La Fuentona es el resultado de varios negocios hosteleros regentados por la familia y basa su nombre en la antigua fuente donde se realizaban las tareas de lavado de ropa, que se encuentra a escasos metros del bar.

Imagen del bar

Imagen del bar Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

La historia de Rafa y de su bar

“Me considero una persona trabajadora. Llevo toda la vida detrás de la barra de un bar. Sumo 45 años en el mundo de la hostelería. En el año 1981 comencé en el Restaurante Lumera, que estaba regentado por mi padre. Después en el Café-Bar La Fuentona que abrió sus puertas en marzo del año 1999 y aquí seguimos, 25 años después”, asegura nuestro entrevistado.

Rafa nos explica que el Restaurante Lumera se situaba a escasos metros de donde hoy se encuentra La Fuentona. También en la calle Real. La apertura la completaron hace ya 25 años, tanto él, como su hermano, que abrieron como dos socios de un negocio que, día a día, trata de dar el mejor servicio a sus clientes. Su hermano ya está jubilado.

“La Fuentona tiene un marcado carácter familiar. Tras La Lumera, decidimos abrir este bar que se sitúa en la calle principal de Santovenia, justo a la entrada, tras dejar el parque ‘El Remuel’. Tenemos una posición privilegiada para que todo el que quiera entre a visitarnos”, explica nuestro protagonista.

Un lugar que cuenta con aforo de 77 personas y por el que merece la pena pasar para pasar un buen rato, en la mejor compañía.

Mesas en el Bar La Fuentona de Santovenia

Mesas en el Bar La Fuentona de Santovenia Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Sabrosas tapas y tablas

“En la actualidad trabajamos María Consuelo, que es la encargada de las tareas de cocina, y yo que me dedico a las tareas de barra y comedor. Anteriormente trabajó conmigo mi hermano hasta su jubilación”, asegura Rafa, que destaca, además, que cuentan con una “amplia trayectoria” lo que hace que tengan “clientes fieles” que “llevan viniendo a nuestro establecimiento desde hace muchos años”.

En la actualidad, el tapeo y las tablas por encargo, tanto variadas como las de marisco, son las especialidades de la casa. Estos manjares se pueden acompañar con una buena caña o con los mejores vinos del lugar. También con una deliciosa Coca-Cola o una Fanta, ya sea de limón o de naranja.

Son muchos los que han probado unas tablas que desde La Fuentona elaboran con esmero y cariño y que aseguran que su sabor es delicioso.

La jubilación

“Después de tantos años de duro trabajo. De levantarme pronto para abrir el bar, estoy esperando mi jubilación ahora que he llegado a los 61 años”, explica Rafa, apasionado a los deportes y también a los coches que cuando diga adiós a su negocio, seguro que puede dedicar mucho más tiempo a estas pasiones.

Pese a que ya piensa en dicha jubilación, nos confiesa que, hasta que la misma llegue, buscará “seguir sirviendo día a día con la misma ilusión” a todos los que entren por la puerta de su bar, para que les quede un buen recuerdo de La Fuentona.

“El objetivo y el deseo que persigo, mirando al futuro, pasa por afrontar con salud mi jubilación, que es lo más importante. Poder disfrutar del descanso después de tantos años y años trabajados”, finaliza nuestro entrevistado.

Un bar con mucha historia que brilla en Santovenia de Pisuerga.