Acostumbrados a contar, en las últimas fechas, parones en las factorías de Renault de Palencia y Valladolid, parece que los aspectos negativos se reconducen y hay buenas noticias para la marca francesa.

“Parece ser que, en las plantas de Valladolid, en Montaje y Carrocería, estamos encontrando una estabilidad en el trabajo. Muestra ello es la predicción de la empresa que, en este mes de febrero no va a parar”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León Adolfo Arnáez.

El coordinador de UGT en Renault España ha afirmado que la marca francesa “extenderá el trabajo al sábado, 10 de febrero”, ahora que el nubarrón por la falta de componentes o semiconductores parece que se desvanece.

“Trabajará el turno de mañana en Carrocería y Montaje de Valladolid. Contamos con un mecanismo de flexibilidad. Hemos estado descansando cuando se ha producido esta escasez de materiales. Debemos más de 60 días a la empresa por dicho mecanismo. Nos hemos ido a casa cobrando cuando no había trabajo. Cobrando el cien por cien de nuestro salario gracias a ese acuerdo”, añade nuestro entrevistado.

Adolfo Arnáez ha añadido que “parece que sus productos repuntan en los mercados” y por eso se recupera la jornada de trabajo que, eso sí, no va a afectar a la Factoría que Renault tiene en Palencia. 

“Es una buena noticia. Nos olvidamos de los parones por falta de componentes, de semiconductores y demás. Tenemos que empezar a trabajar los sábados porque hay una gran carga de trabajo. Esto es una muestra clara de que el sector mejora”, añade el de UGT.

Serán más de 500 trabajadores, de forma directa, los que acudirán hasta su puesto de trabajo este próximo sábado, 10 de febrero, a los que hay que sumar también el empleo indirecto.

Sobre las tractoradas y su incidencia en la producción

“El viernes hubo una tractorada que no incidió en la producción, más que en algún retraso de autocares a la hora de comenzar con el turno de tarde. De momento, en la mañana de este martes, estamos trabajando con normalidad”, explica Adolfo Arnáez.

La afección al tráfico de estas manifestaciones por carretera dentro del mundo de la agricultura puede afectar en algún retraso a la hora de que algún camión con materiales que busque su llegada a las plantas vallisoletanas sufran algún retraso, pero, en principio, todo normal.