Algo se muere en el alma cuando un amigo se va. Algo se muere, y golpea dentro de todos, cuando la vecina más longeva de un pueblo dice adiós a la vida. A los 100 años, y a apenas días, de cumplir los 101 el 20 de febrero.
Este domingo, 4 de febrero, fallecía Cilinia del Agua Delgado, viuda de Francisco Castañeda. La capilla ardiente se instalaba en el Tanatorio de Las Contiendas y, un día más tarde, se celebraba el funeral, el lunes 5 de febrero, en la Iglesia Parroquial de Santa María de Valderaduey. Acto seguido se procedía a su inhumación en el Cementerio de la localidad.
“Era la vecina más longeva de Becilla. Ella llevaba años viviendo en una residencia de Valladolid, pero seguía empadronada en el pueblo y siempre que podía iba de visita. Vivió su infancia allí y tenía mucho aprecio al pueblo que la vio nacer”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, María Adela, una de sus dos hijas. La otra es María Jesús.
Una mujer “muy trabajadora” en un matrimonio “ejemplar” con Francisco, que fallecía en el año 2008. Muy religiosa y volcada con sus nietos: Leticia, Jose y Ángel, y, también, con sus biznietos: Nicolás, Tomás, Jaime y Sofía. Hogareña, de esas personas para las que la familia lo es todo. Entrañable.
“Ella era ama de casa y se dedicó, durante toda su vida, a las tareas domésticas. Mi padre era agricultor, una persona que amaba el campo. Vamos a recordarla como esa persona trabajadora que era y queremos seguir su senda”, añade Adela.
Están preparando, de cara al verano, una misa funeral en honor de su madre. Una mujer de 100 años “con algún problema de huesos” pero “con la cabeza en perfecto estado” y que “se acordaba mucho de sus otras cuatro hermanas”.
Se va una mujer única y centenaria cuya llama y recuerdo continuarán muy presentes entre todos los vecinos de Becilla de Valderaduey en la provincia de Valladolid.