600 agricultores se han concentrado en la tarde y noche este sábado 10 de febrero en el parking de caravanas situado frente a las puertas de la Feria de Valladolid, donde en estos momentos está teniendo lugar la celebración de la 38 edición de los premios Goya. Pero han tenido que hacerlo a pie, ya que los efectivos policiales repartidos por toda la ciudad han impedido la entrada de los tractores al corazón de Valladolid. Los primeros han llegado sobre las 15:30 horas, pero en las horas siguientes se han ido sumando muhos más.
Unidos, enfadados y dispuestos a defender sus ideas, todos ellos han protestado por "las pésimas condiciones" que está viviendo el sector en todo el territorio nacional, según explican, debido a "las políticas estrictas" del Gobierno, hasta poco antes de las 22:00 horas.
Al grito de "el campo no se vende, el campo se defiende" y "el campo unido, jamás será vencido" ataviados con chalecos amarillos y dotados de bengalas, pancartas, banderas de España, silbatos, cencerros y hasta petardos, los agricultores han comenzado una movilización que ha estado controlada por un gran despliegue policial. Numerosos agentes de la Policía Local y Nacional se han repartido por los exteriores de todo el recinto para impedir que la manifestación se fuera de las manos y, con ello, evitar que los manifestastes asaltasen a algún político y/o truncasen el que tal vez sea el evento más especial que vive la ciudad de Valladolid en los últimos años.
Sin embargo, ni siquiera esto ha callado a los agricultores que, muy convencidos de su cometido durante esta jornada y también muy indignados con la situación que atraviesa actualmente el campo, han alzado la voz con el fin de ser "escuchados de una vez", resistiendo en todo momento a las bajas temperaturas que se han registrado en la capital desde media tarde.
Así, han manteado una bandera de España 20 metros y han abucheado a los invitados que se dejaban ver por la zona, incluido al alcalde de la ciudad, Jesús Julio Carnero, mientras alzaban sus pancartas en las que se podían leer mensajes como "No pedimos, venimos a tomar lo nuestro", "Sin el campo los Goyas no comen", "Está muy bien que el Gobierno apoye la cultura, pero que no entierre a la agricultura" o "Agenda 2030 = hambre".
Uno de los momentos más tensos se vivió con el lanzamiento de una bengala por parte de uno de los presentes, justo a la zona del cordón policial, lo que provocó que todavía más agentes se alinearan frente a ellos.
Además, los agricultores agradecieron que el director Rodolfo Montero se acercase a mostrarles su apoyo, siendo este el único invitado a la gala que lo hizo. Este, por su parte, confesó ante los medios de comunicación allí congregados, que él reivindica "las movilizaciones de agricultores y ganaderos". "Todo el medio rural tiene graves problemas y tenemos que ser empáticos con ellos porque nosotros tenemos alimentos en nuestra mesa, no nos falta de nada, porque ellos están cada día intentándolo y lo tienen muy dificil, porque los que mandan en el campo, no están en el campo ni se les espera", ha explicado.
Afortunadamente, se ha tratado de una protesta pacífica en la que no se ha producido ningún incidente, por lo que, mientras los manifestantes han reivindicado sus pensamientos, ideales y derechos, el mundo del cine está disfrutando de unos Goya exentos de altercados.