Amanece en Matilla de los Caños. Un pequeño pueblo de apenas 100 habitantes, enclavado en la comarca de la Tierra del Vino, en Valladolid. Reina la tranquilidad, lejos del ajetreo de las ciudades y rodeados de praderas. En las últimas semanas, esta tranquilidad se ha quebrado y ha tornado en una sonora preocupación. En los pueblos de su alrededor, más de lo mismo. Tordesillas, Velliza, Velilla, San Miguel del Pino, Villamarciel y Pedroso de la Abadesa, entre otros.
Y todo por los primeros pasos de una compañía que tenía previsto instalarse en el municipio de Matilla de los Caños. Lo cierto es que suena raro, dado que la llegada de empresas, y más en el mundo rural, suele ser una nota positiva para vecinos y municipios. Sin embargo, en este caso se ha vuelto todo lo contrario por lo que ya se puede definir como la fábrica de la discordia.
Matilla, Tordesillas, San Miguel, Villamarciel, Velilla, Velliza y Pedroso son algunos de los pueblos que han alzado la voz contra la llegada de esta compañía y EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León ha podido contactar con los alcaldes de todos estos municipios para conocer esta preocupación y el porqué del rechazo a la llegada de esta empresa.
El pasado 16 de enero de 2024 aparecía publicado en el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCyL) el expediente de solicitud de autorización ambiental y estudio de impacto ambiental del proyecto de Biogás Matilla S. L., filial de Erbienergía Inversiones, para la implantación de una planta de revalorización de residuos y producción de biometano y biogás en el término municipal de Matilla de los Caños.
Este pasado viernes, 23 de febrero, dos representantes de la promotora se acercaron a Matilla de los Caños para mantener una reunión con los vecinos y alcaldes interesados. El objetivo era trasladar el proyecto y resolver cualquier duda. Tras algún episodio de tensión, en los que los ciudadanos mostraron su descontento por la forma de proceder de la compañía, que hasta ahora no había informado de nada, se han comprometido a retirar su solicitud la próxima semana, según confirma Mario Sardón, alcalde del municipio, a este periódico.
Finalmente, la presión social y la unión de estos municipios han terminado por surtir efecto, pero este compromiso verbal de la empresa deberá fraguarse los próximos días para que la tranquilidad pueda llegar a los vecinos. "Esta reunión tenía que haber sido hace un mes", reconoce el regidor, que cree que la compañía debería haber dado explicaciones y dar a conocer su proyecto mucho antes y no ahora.
Todos los pueblos de la zona se unen en rechazo de la planta
Con sede en Ponferrada, esta compañía comenzaba el proceso, ahora en información pública hasta este 26 de febrero, para la construcción de esta fábrica que, sin embargo, no ha sido bien recibida por todos estos pueblos mencionados. "El actual Ayuntamiento no tenía constancia de que hubiese ningún expediente abierto. De primeras fue una sorpresa", recuerda Mario Sardón, alcalde de Matilla de los Caños, en palabras a este diario.
Con esta noticia ya sobre la mesa, en el Consistorio se pusieron manos a la obra para conocer un poco más de este proyecto. "Tenemos una población de avanzada edad y no son muy conscientes de lo que es una planta de biogás. Les expliqué todas las ventajas y lo que es el funcionamiento. A partir de ahí los vecinos tomaron la palabra en una reunión y se posicionaron en contra de su implantación en nuestro entorno", asegura el regidor.
Malos olores, incremento del tráfico rodado pesado, ruidos y contaminación eran algunas de sus quejas. Esta planta está proyectada a apenas un kilómetro y medio del casco urbano de Matilla de los Caños, con todo lo que ello implica. También de Pedroso de la Abadesa, una pedanía dependiente de Tordesillas. "No quieren el tráfico constante de vehículos y los malos olores que se puedan derivar. No están en contra de las plantas de biogás, pero no cerca de los núcleos urbanos", afirma con rotundidad Sardón.
La parcela comprende unas dimensiones de 188.698 m2, de los que 41.304,20 corresponden a la planta de procesación de residuos planteada. Residuos que van desde los desechos de explotaciones a los que se originan en la industria láctea u otros sectores. En el documento del estudio aparecen hasta tres páginas completas de todos los productos no deseados en otras industrias que se aprovecharán para su procesamiento y conversión en biometano y biogás. Dicha planta estaría capacitada para tratar anualmente 200.000 toneladas de residuos.
"Al pueblo no le da absolutamente nada"
Un proyecto de magnitudes industriales que, además, solo implicaría la creación de cinco puestos de trabajo, al menos previsiblemente, ya que son los que se han marcado como número mínimo para el funcionamiento de la planta. Jefe de planta, jefe de mantenimiento, operador de planta, técnico de mantenimiento y analista. "Tres son puestos técnicos con trayectoria que los van a traer ya creados. Al pueblo no le da absolutamente nada, lo que pasa es que está a 60 metros del gasoducto (Aranda de Duero-Zamora)", explica el alcalde de Villamarciel, Gonzalo González Sánchez, en palabras a este medio.
Y es precisamente ahí, la distancia al gasoducto, lo que jugaría un papel clave en la decisión de implantar esta fábrica aquí. Villamarciel se sitúa a pocos kilómetros de donde se ubicaría esta planta que, precisamente, sería en un camino que se llama igual que el municipio. "Nos afecta en muchos sentidos. Si se echan los cálculos sale a un paso de 5,3 camiones por hora, durante 14 horas al día y durante 260 días al año. Esa cantidad de tráfico que tendría la autovía, los caminos y todo el entorno sería inmenso. Si hacen esto, con una probabilidad del 70% el tráfico interno de Villamarciel se va a ver afectado", subraya.
González Sánchez pone de ejemplo que muchos de los vecinos de mayor edad viven a un lado de la carretera y la farmacia se encuentra en el otro. "Cuando hay un accidente en la autovía, el tráfico se desvía por aquí y el pueblo se corta en dos. La gente no puede cruzar porque pasa todo el tráfico pesado que desvían", pone de manifiesto para explicar que implicaría el trasiego de camiones y tractores constantes.
Además, también alza la voz por el impacto medioambiental, dado que "va a contaminar las aguas subterráneas". "Una zona que podría ser probablemente metida en una comunidad hipotética de regantes y poner en valor unas buenas tierras, se va a explotar para hacer esto...", lamentaba el regidor de esta entidad local menor antes de la reunión de este pasado viernes.
Tordesillas, cabecera comarcal, también es rotunda en su posición
Villamarciel es una entidad local menor que depende de Tordesillas, donde su alcalde, Miguel Ángel Oliveira, también mostraba su "posición totalmente en contra", después de que se enterase de este proyecto el pasado lunes. "Hemos puesto a su disposición (Ayuntamiento de Matilla de los Caños) todo nuestro equipo técnico y jurídico", relataba el alcalde de la villa.
Entre las preocupaciones de Oliveira, se encontraba principalmente el trasiego de los vehículos pesados con los residuos, que deberían circular por los distintos municipios de la zona para llegar a la planta, con todo lo que eso podría implicar.
La llegada de estiércol y materia orgánica sensible es algo, que en su opinión, no tiene cabida en Tordesillas para Oliveira y, por tanto, y ante la proximidad de los municipios, tampoco en Matilla de los Caños. "Estas plantas tienen que estar montadas en una zona donde se den muchos residuos de este tipo y sea justificado hacer ahí una planta. Aquí con cercanías a centros urbanos como El Montico, Pedroso o Matilla no es lógico", sentencia.
Una "medida de presión" con Tordesillas como protagonista
Su rechazo más absoluto a la llegada de esta planta, además, fue mostrado también al alcalde de Matilla, dado que en los últimos días nacía el rumor de que de no llevarse a cabo en el término municipal de Matilla de los Caños podría hacerse unos metros más hacia el sur, concretamente en Tordesillas. "Hay una medida de presión en la que dicen que si no se monta en el término de Matilla, lo harían a 150 metros en Tordesillas, pero no lo vamos a autorizar", aseguró con clarividencia Oliveira.
"No creo que el informe prospere porque no está justificado un cambio de uso"
A pesar de todo esto, Oliveira pedía "tranquilidad" ante un tema que ha creado "mucha expectación y alboroto" al tratarse de algo "muy sensible". Sin embargo, se muestra confiado y asegura que en casos como estos, en los que la masa social tiene una corriente unísona de rechazo, la Junta a la hora de aprobar las licencias es algo que "suele tener en cuenta". "En el equipo jurídico estamos mirando que tipo de alegaciones hacemos. Yo he tranquilizado al alcalde de Matilla y si no se quiere la planta no se quiere", zanja.
Esta posición mostrada de Tordesillas fue bien recibida por Mario Sardón, ya que este respaldo les sirvió para tranquilizarse. También cuentan con el respaldo de San Miguel del Pino, otros de los municipios limítrofes con Matilla de los Caños.
Su alcalde, Jonatan Gonzalo, comparte la visión de los demás regidores. Hablan de un "malestar" entre los vecinos y una creencia de que pueda traer "consecuencias al ciudadano particular y los negocios". "Puede ser perjudicial para la zona. Los vecinos están afectados porque no están de acuerdo en la construcción de esta planta. Puede traer situaciones incómodas por algún olor y el impacto medioambiental. Tampoco es un proyecto de una fábrica que dé trabajo, van a ser pocos. La gente tiene miedo porque no ven que sea sano", subraya en palabras a este medio.
Velilla y Velliza rechazan la planta aunque no sean limítrofes con ella
Misma visión en Velliza y Velilla, pueblos limítrofes con Matilla de los Caños, pero no con la planta, que han vivido toda esta situación con la información que les aporta directamente Sardón. "Estamos a cuatro o cuatro kilómetros y medio de donde va a ir la planta. Hay malestar en el pueblo por el tema de olores, el viento puede soplar para todos lados. Como ayuntamiento estamos en contra y hemos hecho un escrito, además de que presentaremos alegaciones", afirma con rotundidad Luis Miguel Serrador, alcalde de Velliza.
"No queremos contaminación ambiental, visual y auditiva, que es todo lo que provocaría. Malos olores durante todo el año y el tráfico de camiones que tendría que haber cada día y cada hora para mover todo eso. Además, las plantas de biogás pueden emitir biometano que contribuye al cambio climático", puntualiza la regidora de Velilla, María de la Concepción Pedruelo.
Este periódico ha podido preguntar también sobre este asunto a fuentes de la Junta de Castilla y León, donde se está tramitando dicho expediente. Reconocen que es una planta que tiene "sentido lógico de viabilidad, en términos teóricos", pero matizan que se encuentra en un punto muy prematuro. "La viabilidad no la definimos de manera apriorística, sino que lo hacemos cuando hemos tramitado todo el expediente, hemos visto las alegaciones, todas las cuestiones, todos los informes sectoriales porque tiene que pasar evaluación de impacto ambiental y es a partir de ese momento cuando decidimos si es viable o no. A día de hoy no lo podemos decir bajo ningún concepto", aclaran.
Asimismo, afirman que las alegaciones que se están recibiendo se "tomarán en consideración en la medida de lo que digan". "Evidentemente hay alegaciones y alegaciones. Hay algunas que dicen es que me opongo porque huele. Me parece muy bien, pero hay medidas correctoras que permiten minimizar estos olores. Hay que valorarlo todo en su justa medida", zanjan.
Cuando se termine el proceso de información pública, a no ser que la compañía cumpla la palabra dada a los vecinos y retire el proyecto, las alegaciones serán remitidas al promotor, que podrá hacer modificaciones en el estudio de evaluación de impacto ambiental. Tras ello, se pedirán informes a diferentes organismos competentes en la materia que se vean involucrados en todo este proceso de revalorización de residuos. Tras ello, habrá un trámite de audiencia final y con la propuesta final ya realizada se autorizará o no.
Durante la semana, EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León trató de ponerse en contacto con la compañía, Erbienergía Inversiones, empresa matriz de Biogás Matilla S.L., para conocer su versión ante el silencio que había sido patente hasta este viernes, pero no obtuvo respuesta. Finalmente, los promotores optaron por acudir hasta el municipio vallisoletano para hablar de primera mano con vecinos y alcaldes, para concluir ahora que el proyecto, previsiblemente, se retirará al apreciar que no es bien recibido en la zona.
Una fábrica de la discordia y siete pueblos que han alzado la voz de forma unánime y conjunta.