El centro tecnológico Cartif, ubicado en el Parque Tecnológico de Boecillo, en la provincia de Valladolid, ha impulsado una investigación pionera, basada en el aprovechamiento de las baterías de los coches eléctricos para recuperar materias primas críticas. El director general de Cartif, José Ramón Perán, ha destacado, duante su intervención en la presentación de la Memoria Anual de 2023, que la iniciativa se basa en reutilizar las partes dañadas de las baterías de coches eléctricos.
"Ahora mismo las baterías de los coches eléctricos tienen un grave problema que es que no pueden ser reciclables y tenemos un proyecto de cuatro años y medio de duración en el que hemos conseguido dar pasos significativos", ha afirmado. Este proyecto parte de un tratamiento completo de las baterías ya que, según ha destacado Perán, las baterías se apartan de sus objetivos cuando disminuyen su eficacia, cuando fallan en recarga o se reduce su autonomía por debajo de la prevista.
"No ocurre globalmente en toda la batería, muchos elementos pueden estar sanos, pero un 5% falla y para un sector tan exigente como la automoción ya no son adecuados", ha destacado, señalando que el proyecto impulsado por Cartif se basa en "identificar las partes dañadas" y recuperar el "litio, cobalto, grafito, cobre y otros metales denominados masa negra" para obtener mediante procedimientos metalúrgicos complejos esa separación que realmente tiene un gran valor económico.
Un proyecto que aún tiene camino por delante por recorrer. "Nos queda un cierto tiempo todavía para conseguir que estos procesos sean seguros, industrializables y estén a disposición de las grandes empresas automovilísticas", ha zanjado.