“El reconocimiento del premio implica una satisfacción para seguir trabajando en el día a día. Creemos que es así como se consiguen los objetivos con el fin de continuar creciendo en este sector. Todos nuestros empleados vienen de pueblos pequeños de Castilla y León. Esto es un reconocimiento y nos sirve de acicate para continuar trabajando y luchando”, asegura Antonio Fonseca Hernández.
Él es el CEO de Biomasa del Duero SL. Una empresa que dispone de un centro logístico en la localidad vallisoletana de Tiedra, aunque su ámbito geográfico es más amplio y abarca toda Castilla y León, todas y cada una de las nueve provincias que componen nuestra Comunidad.
Su compañía recibió, el pasado martes, 27 de febrero, el primer premio de entre los 14 proyectos que se presentaron para llevarse el gato al agua en los Premios Ecoempleo de la Diputación de Valladolid que tienen por objetivo reconocer proyectos innovadores que promuevan el consumo eficiente, la movilidad inteligente y, también, los ecosistemas sostenibles en esa convivencia necesaria entre empresa y medio ambiente.
La compañía, dedicada a la realización de trabajos de saneamiento forestal y limpieza de montes, además de aprovechar los residuos forestales con el fin de transformarlos para uso energético, consiguió llevarse los 6.000 euros de premio por su eficiencia energética, respeto al medio ambiente y concienciación con la sostenibilidad y ahorro de consumo.
Conocemos más de una compañía que nació hace 8 años y que ya está haciendo historia.
Una idea puesta en marcha hace 8 años
“La biomasa está a caballo entre las empresas de servicios forestales y las empresas de aprovechamientos. Existía una necesidad, dado el incremento de consumo de astilla térmica ligada a la biomasa forestal, en dar servicio a otras compañías y, al mismo tiempo, dotarnos de los medios necesarios para poder acometer estos trabajos que dependen de tener máquinas y medios propios de ejecución, como astilladores y autocargadores forestales, procesadores de corte y todo el personal necesario para acometer estos trabajos”, asegura Antonio Fonseca Hernández.
Así surgió Biomasa del Duero S.L. y así nos lo explica su CEO. Un hombre que es ingeniero de montes e ingeniero técnico forestal, que estudió en la Escuela Politécnica de Madrid y que se define como “una persona emprendedora” con ganas de “encontrar objetivos nuevos” y de “aprender día a día”.
Fue hace 8 años cuando su compañía comenzó a andar. Cuenta con un centro logístico en Tiedra, en la provincia de Valladolid, aunque trabaja para toda Castilla y León. Su primera adquisición fue la compra de una astilladora de cuchillas con una inversión superior a los 600.000 euros. Una apuesta arriesgada que “afortunadamente salió bien”, confiesa nuestro entrevistado.
“Nacemos por la necesidad de proveer a los clientes de astilla forestal, dado el incremento del consumo de este tipo de material biocombustible, al fomentar las distintas administraciones públicas las políticas que están relacionadas con la Transición Ecológica”, apunta nuestro protagonista.
Un ejemplo de esto son las ayudas de financiación para la instalación de calderas caloríficas. Muchas de ellas funcionan con este tipo de combustible en formato de astilla, que sustituye al gas o al gasoil, tratándose así de una fuente de energía verde que pasa por ser también sostenible y renovable y que tiene el aliciente de reducir la huella y las emisiones de carbono.
Su labor y contribución en la conservación del medio ambiente
“Con la premisa de aumentar los servicios en el sector forestal, nosotros, fundamentalmente, nos dedicamos a ejecutar y prestar obras y servicios respectivamente, en el monte, así como en espacios periurbanos de las ciudades y pueblos de nuestra Comunidad. El objetivo fundamental es llegar a la obtención de la astilla térmica a través de todos los procesos productivos. Desde la captación, ejecución, y puesta en valor de los residuos forestales de los tratamientos selvicolas ejecutados por mediación de nuestros propios medios humanos y materiales. En definitiva, trabajamos el medio natural, conservándolo y dándole un valor añadido a los residuos de éste”, explica Antonio Fonseca.
La compañía cuenta con un total de 20 trabajadores de forma continuada, aunque, de manera indirecta y contando también con los trabajadores autónomos que realizan el transporte de la astilla y otras personas, la cifra de empleados puede alcanzar los 30.
Las instalaciones de Tiedra cuentan con 20.000 metros cuadrados y tienen una parte de naves cubiertas acondicionadas y otra con una campa exterior donde disponen de una criba para separar la astilla en diferentes granulometrías de posibles residuos consiguiendo una astilla limpia, homogénea y de alta calidad para su uso.
“Creemos que a través de nuestra propia actividad empresarial sentamos las bases fundamentales para la conservación y mejora del medio ambiente. Es decir, en aquellas masas forestales en las que ya hemos intervenido, se ha logrado reducir la carga de biocombustible presente, muy importante esto de cara a posibles incendios forestales. También una mejora fitosanitaria en cuanto a la proliferación de posibles enfermedades y plagas forestales que pudieran originarse, o aumentar la capacidad productiva de productos forestales asociados, entre otras muchas cosas. En definitiva, conservamos y mejoramos el medio natural protegiéndolo para que éste pueda seguir ofreciéndonos los numerosos beneficios naturales que nos proporciona a la sociedad”, explica nuestro entrevistado.
Un merecido premio
Una gran satisfacción. Eso le genera al CEO de la compañía el premio Ecoempleo de la Diputación de Valladolid 2023, que ha galardonado el buen hacer de una empresa que quiere seguir por este camino. Segura que cosecha más satisfacciones en forma de premios en el futuro.
“Todo reconocimiento es un orgullo y satisfacción. Más, cuando te premian y reconocen por el trabajo que realizas en tu día a día, aunque llevo ya 30 años desarrollando mi labor de Ingeniero en este sector”, añade nuestro protagonista.
Mirando al futuro, Antonio Fonseca Hernández confiesa, en declaraciones a este periódico, que “estudian nuevas posibilidades de crecimiento y oportunidades” que se presenten en su sector, pero también se abre “a nuevos proyectos”.