No, no es una leyenda urbana. Los tapones cambian la vida de muchos niños con patologías severas. El simple gesto de ir recopilando los tapones de botellas pueden ser la mejor ayuda para cientos de familias que se encuentran en una situación complicada. Y así es cómo se le puede ayudar a Julia, una niña de 7 años de Valladolid, que requiere de una silla de ruedas especial motorizada. Cada tapón es una oportunidad para ofrecerle la libertad y la movilidad que tanto necesita.
Es el momento de dar una mayor difusión posible a esta campaña con el objetivo de que llegue al mayor número de personas. Detrás de esta operación se encuentra la iniciativa ‘Tapones para una nueva vida’ lanzada por Fundación SEUR en 2011 y que trece años después se ha convertido en su proyecto principal donde convierten los tapones en euros para cumplir los objetivos.
En este caso, Julia es una vallisoletana con una sonrisa permanente, pero también que sufre una atrofia muscular espinal y para poder mejorar su calidad de vida necesita una silla de ruedas especial y que está motorizada. El objetivo es alcanzar 29 toneladas de tapones con el objetivo de ayudar en la financiación de la silla que necesita Julia para poder llevar una vida sin sobresaltos, según publica la Fundación Seur en sus redes sociales. La campaña de recogida de tapones es a nivel nacional, por lo que pueden sumarse personas de cualquier punto de la geografía española.
Vecinos, bares, restaurantes, colegios, tiendas, empresas son muchos los que recopilan estos tapones para posteriormente entregarlos en las tiendas de Seur. Aquí en Valladolid se puede entregar a en la calle Níquel en el polígono San Cristóbal, pero al ser una campaña a nivel nacional se puede hacer en cualquier delegación. Aquí puedes consultar todas las normas para poder entregarlos.
Tapones para una nueva vida es un proyecto solidario y ambiental de reciclado de tapones, destinado a facilitar a niños sin recursos un tratamiento médico no reglado en el sistema sanitario o materiales que les permitan paliar los problemas físicos que padecen y que no puedan obtener por otros medios. “Para seguir ayudando a financiar los tratamientos médicos de los más peques, seguimos necesitando vuestra colaboración”, explican desde la fundación Seur.
Por ejemplo, el pasado 1 de febrero, la Fundación SEUR hizo entrega de 5.319 euros a la familia de Mario, un niño con parálisis. Ahora el nuevo reto es conseguir dinero para ayudar a Julia.
Este proyecto tiene distintos objetivos ayudar a niños sin recursos a acceder a un tratamiento médico no reglado en el sistema sanitario con el fin de mejorar su calidad de vida mediante el reciclaje de tapones de plástico. Facilitar a niños sin recursos los aparatos ortopédicos que no se facilitan por otros medios mediante el reciclaje de tapones de plásticos, como es el caso de Julia, pero también concienciar a toda la sociedad sobre la facilidad de realizar una acción social y humanitaria realizando un simple gesto de guardar tapones de plástico en lugar de llevarlos indiscriminadamente a la basura.