Con la naturalidad y tranquilidad que le caracteriza, Álvaro Rubio (Logroño, 18-04-1979) espera en el césped de la que es su casa desde hace poco más de cuatro meses, los Anexos al Estadio José Zorrilla. El entrenador del Real Valladolid Promesas dio el salto a capitanear un equipo tras la destitución del brasileño Julio Baptista y años de formación en los cuerpos técnicos del primer equipo del club blanquivioleta como ayudante.
El exfutbolista, excapitán e histórico blanquivioleta da ahora sus primeros pasos como primer entrenador y aborda con EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León todo este proceso en lo que considera su "segunda ciudad". Sueña con que llegue el día en el que se le abra la posibilidad de dirigir al primer equipo, hasta el punto de que "no lo dudaría", pero reconoce que le gustaría estar "mejor preparado", lo que deja entrever que en un futuro cercano esta es una posibilidad poco probable en su mente.
Álvaro Rubio, entrenador del Real Valladolid Promesas, ¿ha asimilado ya escuchar esto tras su nombre?
Sí. Fue todo un poquito por sorpresa, pero ya me ha dado tiempo a estar más estabilizado y más tranquilo. Al principio estuve un poco en una vorágine de cosas nuevas. Te tienes que adaptar y conocer a los chicos. Ahora ya bien, estoy muy a gusto dentro del cuerpo técnico y dentro del grupo que tenemos y estamos trabajando en el día a día que es lo que nos gusta.
¿Cómo han sido estos meses y en qué ha cambiado Álvaro Rubio?
Lo que me ha cambiado es que ahora tengo mucho menos tiempo que antes para cualquier cosa (ríe). También el tema de la responsabilidad, que ahora estás en un cargo que tienes que decidir todos los días cosas y muchas personas dependen de ti. Lo demás, al final es fútbol, siempre hemos estado metidos en este mundo y sabemos un poco de que va. Ahora desde el otro lado la verdad es que, aunque ya conoces porque ya has estado en un cuerpo técnico la labor del entrenador, cuando lo vives sientes que tienes más responsabilidad y sobre todo menos tiempo para hacer tus cosas.
Ha estado muchos años sobre el césped y lleva otros tantos en los banquillos, ¿tiene claro con qué parte se quedaría?
Con el césped seguro. Es una época muy bonita y es como empiezas y lo que quieres hacer. La ilusión que tienes cuando empiezas a ser jugador, lo de ser entrenador te va apareciendo después. En mi caso muy tarde, pero eso no lo cambio para nada porque es lo que me gusta desde siempre, desde pequeño, el haber tenido la posibilidad haber jugado a nivel profesional y me quedo eso sin ninguna duda.
Llegó al banquillo del Promesas en una situación complicada en lo deportivo y extradeportivo por su predecesor ¿Qué le dijo a los chicos y qué cosas cambió?
Cada uno tenemos un carácter diferente. Ellos ya me van conociendo, al principio no tanto, pero intenté afrontarlo con naturalidad y desde el objetivo de que nosotros estamos aquí para formar jugadores y que por supuesto a todos nos gusta ganar y competir. Partiendo de ahí, les dije que iríamos creciendo poco a poco, que intentaríamos inculcarles nuestra idea de fútbol y que eso no se hace en un día, y que poco a poco iría en el trabajo diario que es muy importante para este tipo de formación, encaminarlos un poco por ahí.
Vienen de una victoria importantísima ante la SD Compostela y este fin de semana toca el Ourense CF, uno de los de arriba ¿servirá para medir un poco las aspiraciones del equipo?
Ahora mismo estamos en tierra de nadie. A tres puntos de arriba, a tres del play off del descenso… desde luego con la situación que hemos ido arrastrando un poco este año, el objetivo primordial es primero salvar la categoría, eso lo tenemos muy claro y así se lo he hecho ver a los jugadores. A partir de ahí, iremos viendo en el día a día. Los fines de semanas nos irán marcando un poco dónde podemos estar y cuáles son nuestras opciones, pero desde luego el objetivo le tenemos claro.
Arnu, Víctor Jr, Chuki, Koke y un largo etc. vienen pisando muy fuerte. Da la sensación que cuando jugaba usted no había tanto en la cantera, ¿qué ha cambiado de aquí para entonces?
El trabajo está siendo muy bueno. Siempre lo digo, conmigo entrenan muchas veces juveniles y tengo muchas dudas de a quién puedo llamar o quién quiero que entrene con nosotros porque me parecen que todos tienen una actitud y una calidad buenísima. En ese sentido, estamos supercontentos de tener tanta base y ese buen trabajo que se ha ido haciendo desde hace años se va reflejando en citaciones con la selección nacional y estamos encantados de que así sea. Y nosotros seguir formando futbolistas y también personas.
Le tengo que preguntar por la situación de 'Garri'. Del primer equipo a no contar nada para Pezzolano y costarle tener continuidad por las lesiones, ¿cómo está?
Ha sido una temporada un poco convulsa para él. En principio era jugador del primer equipo, siempre estaba entrenando con ellos con la posibilidad de poder disputar minutos. Como no ha sido así, el club también cree que es un jugador que tiene que disputar minutos y cambió un poco la cosa en el sentido de que pudiese jugar con el Promesas, pero está teniendo mala suerte con las lesiones. Cuando se recupera ha caído otra vez en lesión y le ha tenido bastante siempre apartado. Alternando el poder jugar, con que se ha lesionado otra vez y tiene que recuperarse. No ha tenido una continuidad que le haya permitido demostrar la calidad que tiene, que es muy alta.
También por Cédric, de ser la sensación de pretemporada a tener un "conflicto abierto" con el club, según Catoira ¿Qué ocurre?
Está igual. Lo que comentó Catoira, tiene un conflicto con el club, el club había tomado una decisión respecto a él y el club me lo hizo saber. En este caso, respeto la decisión porque es un jugador del club y hasta ahora no está entrando por orden de arriba.
¿Cómo ha ido la relación con Pezzolano en estos meses?
Fenomenal. Siempre ha sido buena y ahora desde luego no ha cambiado. Es más, seguimos en contacto continuo todas las semanas, si no es con él con Camilo, su segundo. Tenemos una relación muy estrecha por eso, estamos en continua comunicación por los chicos. Muchas veces suben unos o cuando vienen a jugar los que están entrenando con ellos. Tenemos que estar así en el día a día y la relación es muy buena.
Usted es muy querido en Valladolid como persona, futbolista y ahora entrenador ¿Por qué Pezzolano no acaba de encajar con la afición?
No sé. Sobre todo al inicio del año que empezamos todos de 0. El ambiente no ha sido el más limpio de todos. No sé por qué, no te sabría explicar esa discrepancia que hay entre el público y el entrenador. Pero yo viéndolo desde dentro es un entrenador muy profesional, que curra muchísimo, que tiene las ideas muy claras, le he visto trabajar y es un gran entrenador. Es una pena que no haya esa conexión entre el público y él porque los datos y los resultados están ahí también. El equipo está inmerso en pleno ascenso y yo creo que eso para el jugador no es bueno. A todos nos gustaría que hubiese una unión un poquito más fuerte porque va a ser necesaria para ese posible ascenso.
Es una pregunta obligada. Le hemos visto sobre el césped del Zorrilla y ahora en el banquillo de los Anexos... ¿le gustaría estar en el del Estadio?
Sinceramente, como ha sido todo muy deprisa, ni lo he pensado. Acabo de iniciar en este mundo de ser primer entrenador. No tengo esa idea ahora mismo, pero desde luego si siguiese siendo entrenador creo que sería el primer equipo al que elegiría para entrenar porque lo siento como mío y como una familia que lleva mucho tiempo y me ha tratado fenomenal. Aunque nadie es profeta en su tierra, pero en este caso, no lo dudaría. Es algo que en un futuro, no sé cuándo, si sigo en esto, me gustaría hacer. Ahora mismo no lo pienso porque es una responsabilidad tan grande que me gustaría estar mejor preparado para cuando llegase esa ocasión si llega en algún momento.
Ha hablado de familia, ¿qué es para usted Valladolid?
Es como mi segunda ciudad. Soy de Logroño, he nacido allí, he estado mucho tiempo allí, pero casi toda mi carrera profesional la he vivido aquí, tanto de jugador como ahora de técnico. Mi hija pequeña ha nacido aquí, mi hijo llegó con un año, se han criado aquí… es un sitio al que considero mi casa después de lógicamente Logroño, donde tengo a toda mi familia. Estoy muy a gusto, siempre he tenido la suerte de que la gente me ha tratado muy bien.
Le gusta mucho incidir en el aspecto de la formación, ¿cómo se prepara a los chavales de 17 o 18 años para no quieran correr antes de tiempo?
Es poco a poco. Que estén entrenando con nosotros es importante, pero poniéndole los pies en el suelo. Tanto el cuerpo técnico como los jugadores que son un poco más veteranos, aunque son todos muy jóvenes, se tienen que encargar de que vayan poco a poco, que puedan demostrar su calidad sin tener ninguna presión extra e intentando enseñarles lo máximo posible para que en su formación vayan adquiriendo esas herramientas que les ayude a sacar lo mejor.
Por terminar, un deseo de Álvaro Rubio para el futuro cercano y lejano
El futuro ahora mismo es salvar al equipo, la categoría, y solo pienso en eso. No sé el año que viene lo que va a pasar. Simplemente acabar la temporada, salvar la categoría, ojalá que al primer equipo le podamos ayudar en todo lo posible para ese ascenso tan deseado y vamos a estar ahí detrás apoyando al máximo.