Miguel Ángel se ha despedido este jueves entre aplausos, abrazos y el cariño de los que hasta hoy han sido sus compañeros. Y no podía ser de otra forma. Un policía municipal que lleva toda la vida al servicio de los ciudadanos y al que ya le ha tocado decir adiós para poder dar la bienvenida a la jubilación.

Un homenaje en el que sus compañeros le han arropado a la salida, haciendo un paseíllo donde le han ido dando abrazos y besos. Todo ello con las motos y coches decorando esta bonita estampa de último día. 

Sus compañeros se han tenido que despedir de un "gran profesional y gran compañero". Una persona que ha logrado dejar una "marca imborrable" y de la que se acordarán cada día al entrar a trabajar. 

Asimismo, le han deseado una jubilación "llena de risas y buenos momentos" junto a sus familiares y amigos. Y, como no podía ser de otro modo, han recordado una de las frases que este policía siempre suele decir: "Hazme un favor: nunca dejes de soñar".

Después de este emotivo homenaje ha sido el turno del propio protagonista. Con la voz entrecortada y los sentimientos a flor de piel ha querido comenzar agradeciendo a todos y cada uno de los compañeros que allí se encontraban. "Me he sentido encantado de pertenecer a la plantilla y haber ayudado a la ciudad y a los ciudadanos", expresaba.

Por otra parte, no ha querido irse sin antes agradecer "el apoyo" que le han ido dando durante todo este tiempo. Unos compañeros que ya se han convertido en grandes amigos y a los que, confía, seguirá viendo "en la calle".

"Me tenéis a vuestra disposición para lo que sea", finalizaba Miguel Ángel con una inmensa sonrisa y los ojos visiblemente llorosos.