San Pelayo es un municipio vallisoletano que se sitúa a 33 kilómetros de Valladolid, en la comarca de los Montes Torozos. Un municipio que debe el nombre a su santo mozárabe, probablemente, por su cercanía a diversos emplazamientos, también mozárabes, como son Wamba o San Cebrián de Mazote.
Se trata de uno de los municipios con menos población de la provincia de Valladolid. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en la actualidad cuenta con 51 habitantes, una cifra que ha aumentado en los últimos tiempos debido a la política de dinamización social que el Ayuntamiento puso en marcha.
Hasta allí se desplazó, en el año 2019, la familia de Fabio, un joven de 17 años con un 98% de discapacidad, parálisis cerebral y rasgos del trastorno autista, para pasar su vida en un municipio pequeñito, lejos del mundanal ruido de las grandes ciudades.
Nuestro protagonista se desplaza, cada día, al Colegio Pedro I de Tordesillas para llegar a su aula especial, al que le corresponde por zona. Lo hace, o hacía podemos decir, en un taxi con una monitora y con un conductor para recorrer los 21 kilómetros que distan desde San Pelayo y hasta la Villa del Tratado.
Fabio ha cumplido, en el centro escolar, la educación escolar obligatoria hasta los 16 años y ahora se encuentra dentro del programa de transición a la vida adulta que durará hasta los 21 años. Sin embargo, su madre Elisa, como ha informado a EL ESPAÑOL de Castilla y León, se llevó la pasada semana una desagradable sorpresa.
“Fabio sufre conductas disruptivas debido a su discapacidad. Dos días ha tenido estas conductas antes de subir al transporte. Lo coge, para volver a las 14.30. Por la mañana a las 9.20. Los hechos se produjeron en el centro escolar”, asegura la madre de Fabio.
Elisa, como apunta, fue informada de que “se hace un protocolo” que “acepta” el pasado martes, 19 de marzo. “El protocolo consiste en que, si no le consiguen calmar, llamarán a los padres para ir a buscarle y, si no nos encuentran llamarían al 112”, explica nuestra entrevistada.
La madre de Fabio apunta que tanto ella como su marido trabajan. La mujer es enfermera en un hospital. Acepta, en un primer momento estas condiciones, de forma verbal.
“Al día siguiente, a la 13.00 horas, me dicen que, de orden de la Dirección Provincial de Educación, tras llamada de la jefa de estudios, se suspende el transporte hasta las vacaciones y que después ya verían las medidas a tomar”, apunta Elisa.
Matiza que esta suspensión será “se cumplan o no los criterios que establecía el protocolo pactado”. Todo, desde ese 19 de marzo.
Un día fatídico
Al día siguiente, el 20 de marzo, a Fabio no le hizo falta trasladarse hasta su centro escolar ya que tenía una consulta médica.
“Es el jueves, 21 de marzo, cuando tras pedir estas medidas por escrito, salgo de mi trabajo y me encuentro con una llamada perdida del taxista. Me dice que tengo que ir a por Fabio porque la monitora no se ha presentado y la Dirección Provincial ha dicho que no le traía”, añade.
La madre llamó a la tutora que le comunica que el joven “está perfectamente”. Elisa va a buscar a su hijo. La docente se quedó con Fabio hasta la llegada de Elisa, en algo que nuestra entrevistada ensalza: “es una profesional como la copa de un pino”. La madre llegó allí para recoger a su hijo.
“En casa me encuentro que tengo una comunicación por escrito que es un e-mail a las 13.15 del colegio. Pone que como se ha portado mal dos días se suspende el transporte hasta las vacaciones y luego se verían las medidas a tomar”, explica.
Ese mismo día, jueves 21 de marzo, Elisa denunció los hechos ante la Guardia Civil. “El daño psicológico, laboral y la discriminación hacia un niño discapacitado que vive en el mundo rural están siendo tremendos”, añade la madre.
Nuestra entrevistada asegura que “en principio está sin transporte” y que “después de las vacaciones espera tenerlo o no, según se comporte o no”. Todo, como asegura “sin ningún documento por escrito que se lo diga”.
“Hay que tener en cuenta que, en 2021, el Procurador del Común dijo al colegio que no se puede castigar a un niño ni a su familia por hechos inherentes a una discapacidad, cuando no se hace con intencionalidad y no va a comprender el castigo”, finaliza.
Desde el Grupo Provincial TLP ha convocado una rueda de prensa con motivo del caso para denunciar lo ocurrido donde estará el diputado Julio Pereda junto a la alcaldesa de San Pelayo y madre de Fabio, Elisa Cerrillo del Barrio que es la que persona que ha atendido a este periódico y que ha mostrado su descontento por esta medida contra su hijo.