Después de que EL ESPAÑOL de Castilla y León publicase la denuncia de un grupo de 19 técnicos especialistas de Laboratorio del Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León que participaron en el proceso de integración directa y voluntaria en condición de personal estatutario, según las Orden SAN/302/2015 de 9 de abril, que fueron posteriormente reconocidos como tales y de que estos trabajadores hayan denunciado sentirse en “una situación de impotencia e indefensión y también de desprecio y vulneración de derechos”, la “inmensa mayoría del personal estatutario” del centro ha querido “expresar el completo apoyo a sus peticiones” y, también, exponer que el resto de los empleados estatutarios del centro de Hemodonación y Hemoterapia se encuentran “en una situación muy similar a la de ellas”.
Lo han hecho a través de un comunicado enviado a este periódico afirmando que “médicos, enfermeras, auxiliares administrativos y celadores, también nos sentimos despreciados y ninguneados” por parte de la dirección del centro e “ignorados por la Gerencia Regional de Salud” viéndose obligados a denunciar el caso por esta vía “debido a su frustración por haber agotado todas las anteriores” que abarca “varios intentos infructuosos de reunión con el consejero de Sanidad” que, según apuntan a través de un escrito, se “negó a recibirlos”.
Pese a ser estatutarios desde hace años y tras varias sentencias judiciales, como nos confesaban las técnicas, estos nuevos trabajadores que quieren denunciar la situación afirman que “pertenecemos a ese personal sin acceso a la formación proporcionada por Sacyl”.
“No se están abonando los grados de carrera profesional reconocidos por primera vez en la convocatoria ordinaria de 2022, un primer grado en profesionales con más de 15 años de experiencia, cuando se accede con 5 años de experiencia, no se están reconociendo los trienios previos dentro del sector público, a pesar de que hay sentencias al respecto en el sentido contrario a favor de pagar a antiguos miembros del Chemcyl la antigüedad obtenida una vez han pasado a trabajar en el Sacyl, y se pretende considerar a médicos como "otros licenciados sanitarios" sin reconocer su especialidad”, apuntan.
Esto provoca, como señalan estos empleados, que se encuentren en “un limbo organizativo” en el que “no pertenecemos ni a Chemcyl ni a la Gerencia Regional de Salud” por lo que aseguran que “desconocemos nuestras atribuciones y la cartera de servicios que debemos ofrecer o no”.
En el escrito remitido a este periódico aseguran que, desde que son estatutarios se ven sometidos a “agravios comparativos sistemáticos respecto al personal laboral como pueden ser haber permanecido sin representación sindical durante meses” o “no permitirnos participar en las actividades del centro” como son las colectas extraordinarias, etc.
“Existe una disparidad en la distribución de los horarios entre laborales y estatutarios y no nos ofrecen reconocimientos ginecológicos ni ayudas de acción social”, añaden en el escrito.
Por todas estas razones, sostienen, muchos compañeros que “aman su trabajo y tienen más de 20 años de experiencia” se han visto “abocados a abandonar este centro mediante concurso de traslado” y otros, a los que se les deniega, se encuentran “en proceso judicial para que se reconozcan sus derechos”.
“Nuestra intención es que se haga efectiva la sentencia, a lo que se llegaría únicamente mediante el nombramiento de las plazas y el fin de esta situación insostenible de precariedad en unos profesionales sin cuyo trabajo no podrían realizarse muchas intervenciones quirúrgicas, tratamientos oncológicos, tratamientos oftalmológicos... imprescindibles todos ellos para multitud de patologías”, finalizan.