La borrasca Nelson está provocando grandes tragedias en todo el país y mucho más en las zonas costeras a causa del fuerte oleaje que se está registrando. Y es que el Jueves Santo se vivió en Asturias un día negro con dos fallecimientos.
Uno de ellos era un hombre de unos 60 años, residente en Reino Unido, que se encontraba disfrutando de la Semana Santa en Asturias junto a su mujer vallisoletana, tal y como han confirmado fuentes de la Delegación del Gobierno de Castilla y León a este medio.
La pareja estaba en el momento del accidente en el espigón de San Esteban, en el municipio de Muros de Nalón, donde se encontraban haciéndose unas fotografías. El hombre decidió acercarse un poco más a la barra cuando una fuerte ola le alcanzó y terminó arrastrándole hacia el mar. Un accidente que se produjo sobre las 13:01 horas y donde una llamada al 112 indicaba que una persona se acababa de caer al mar.
Rápidamente, se movilizó un helicóptero medicalizado y una dotación de Bomberos de Asturias con base en el parque de Pravia. Sin embargo, no pudieron hacer nada por salvar su vida. A las 13:48 horas, el equipo informaba que había localizado y recuperado el cuerpo sin vida del fallecido. Este fue encontrado en la ría de San Esteban y fue evacuado en helicóptero mediante una operación de grúa en la que se tuvieron que desplegar 30 metros de cable.
Los restos mortales fueron evacuados al propio espigón donde la Guardia Civil se hizo cargo de los trámites para proceder al levantamiento del cadáver. Sin embargo, la vallisoletana logró salvar su vida, tal y como ha confirmado la Delegación del Gobierno de Castilla y León.
Todo hace indicar a que en su caída pudo impactar contra el suelo del paseo inferior, lo que le llevó a perder la vida. Su mujer, por el contrario, logró salvarse pegándose al muro del espigón alto.
Desde el propio Ayuntamiento de Muros de Nalón, tras conocer el suceso, han pedido a vecinos y turistas que "extremen la precaución" y "respeten las señales". Recordaban que la provincia está en alerta naranja por fenómenos costeros y aire y, por tanto, es imprescindible alejarse de estas zonas de fuerte oleaje que pueden desencadenar en tragedias como la vivida durante la tarde del Jueves Santo.