Un día más, el aficionado del Real Valladolid se marcha de su estadio sin saber muy bien a que juega su equipo. Y así llevan desde la llegada de Paulo Pezzolano ahora hace prácticamente un año. Los blanquivioletas fueron incapaces de superar a un Levante UD que tampoco tuvo que hacer muchos esfuerzos para rascar un punto del José Zorrilla y que incluso pudo ganar si Fabricio no llega a meterse en fuera de juego en el tramo final del partido.
Resultado de 0-0 con un Real Valladolid absolutamente anárquico, con jugadores a su bola y una falta de gol absoluta. Lo cierto es que el número de ocasiones en todo el partido se pueden contar con los dedos de una mano y Andrés Fernández, el guardameta visitante, es posible que no tenga ni que pasar por la ducha al no haber ni llegado a romper a sudar.
La ocasión más clara y evidente del partido sucedió en el minuto 20. Monchu, que más tarde negó un pase a Sylla bastante evidente para tratar de calcar esa misma jugada que relatamos, recibió un pase en la frontal del área que golpeó con violencia en el larguero de la portería de Andrés Fernández. Esta fue la jugada de mayor exigencia para el blaugrana en todo el partido.
Pocos minutos después, en el 25, Sylla recibía un pase por arriba de Álvaro Negredo y con la punta de la bota logró superar a Fernández, pero uno de los defensas acabaría sacando el balón casi sobre la línea y evitando que los de Pezzolano se adelantasen.
Por su parte, Rober Ibáñez infundiría el miedo en la grada local tras un gran disparo desde la frontal del área que se marcharía muy cerquita de la portería defendida por Jordi Masip. Ambos equipos se marcharían a los vestuarios al término de la primera mitad con la sensación de incapacidad de cara a puerta.
Con el inicio de la segunda mitad, la cosa no mejoraría. Es más, los de Pucela darían un importante bajón. Realmente, toda ella se podría resumir en un Real Valladolid dominador con balón, pero que llegados a los tres cuartos de campo se les haría tarde.
Es difícil encontrar alguna jugada con el balón en juego que sea digna de mención. Quizá más clara una de Stipe Biuk, que reaparecía tras jugar con la selección croata sub-21 la pasada semana, donde golpearía con violencia el balón tras llevarse un rebote y que tampoco exigió mucho a Fernández, ya que fue directamente al centro.
Pocos minutos antes un balón parado de Monchu era aprovechado por Stanko Juric que de un cabezazo mandó el esférico al centro del área pequeña, aunque este no fue aprovechado por nadie, ya que todos los jugadores atacantes estarían al menos a metro y medio de la zona.
Y poco más. En el minuto 86, el delantero del Levante UD Fabricio recogería el balón y tras revolverse en el área mandaría el balón al fondo de las redes, pero el gol sería anulado por fuera de juego.
Con este empate, los de Pezzolano permanecen quintos en la clasificación y no son capaces de aprovechar el resultado gafas del Espanyol y el Burgos este pasado viernes, ya que de haber ganado los blanquivioletas se podrían haber acercado más que nunca a los puestos de ascenso directo esta temporada.
La próxima semana, los de Pucela deberán visitar al Cartagena de Julián Calero en Cartagonova, en un partido que se antoja determinante y que servirá para medir una asignatura pendiente de los blanquivioletas esta temporada: los partidos fuera de casa.