“Nuestro pan gallego de centeno pesa ocho kilos. Me lo traen cada dos semanas, aproximadamente. Viene de una conocida panadería de un pueblo de La Coruña cerca de Santiago. Está elaborado con harina de centeno y es un poco más oscuro que el normal”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Matías Villaverde Medina.
Él es gallego. Concretamente de Santiago de Compostela y acumula 35 años en el mundo de la hostelería, ni más ni menos. Es la cabeza visible y pensante de La Taberna La Abuela Concha, que abrió sus puertas hace más de tres años, en plena pandemia, en octubre del año 2020.
Tiene 56 años y se considera una “persona normal”. Un trabajador que saca adelante su negocio ubicado en la calle Vega 17 de la ciudad del Pisuerga. Cuenta con tres trabajadores y destaca por el sabor de sus empanadas caseras, de su tortilla, de sus pimientos de padrón y de sus croquetas de pulpo.
“Nuestras croquetas quitan el sentido. Están elaboradas con cachelos y pulpo y rellena con queso gallego y de tetilla. También tienen aceite de oliva virgen y pimentón de la vera. No lleva bechamel. Lo hacemos con cachelos, que son patatas, cocidas en el agua del pulpo. Se tritura todo y se mezcla con aceite y el pimentón. Y después lleva una mermelada de pimiento de padrón”, añade nuestro entrevistado.
En el lugar, todo el comensal que entra sale chupándose los dedos. No puede ser para menos con las elaboraciones que Matías y todo su equipo elaboran con mimo, esmero y con el mejor sabor gallego.
“La gente alucina con nuestro pan y también con nuestra tortilla gigante que hacemos todos los domingos y que pesa unos 30 kilos y lleva unos 210 huevos, con 22 kilos de patatas y 8 kilos de cebolla. Solo lo hacemos los domingos, a partir de las 11 de la mañana”, asegura nuestro entrevistado.
Un bar a lo grande que llama la atención en Valladolid con sus elaboraciones, grandiosas y suculentas.