El presidente de la Diputación de Valladolid ha sido elegido presidente de la Comisión de Políticas de Agua, Medio Ambiente y Economía Circular que se ha constituido esta mañana en la sede de la Federación Española de Municipios y Provincia.
Conrado Íscar ha agradecido el tono de los 25 miembros que componen la Comisión y, asimismo y de manera muy especial, ha agradecido “el trabajo de la anterior Comisión, que ha avanzado en diferentes puntos y que nos ha marcado una línea de trabajo en la que debemos profundizar”.
Así, la Comisión tiene entre sus principales objetivos avanzar en los principios del Pacto Verde Europeo: economía circular, energía limpia, eficiencia energética, movilidad sostenible, incremento de la biodiversidad, eliminación de la contaminación y lucha contra el cambio climático.
En este sentido, y como queda patente en las conclusiones del trabajo de la anterior Comisión, en el presente ejercicio la Comisión buscará impulsar Estrategias Locales de Economía Circular en las Entidades Locales que permitan diagnosticar la situación de cada Entidad Local y de su territorio, elaborar planes de acción y establecer indicadores que garanticen el cumplimiento de los objetivos de reducción de residuos.
Además, el ahorro de agua, su reciclaje y su reutilización, se hacen muy necesarios frente a fenómenos cada vez más recurrentes, como las sequías. Por todo ello, la FEMP favorecerá entre las Entidades Locales un uso sostenible del agua optimizando la red de abastecimiento y saneamiento, incrementando la eficiencia y ahorro en el consumo de agua, fomentado su reutilización y garantizando el derecho de acceso al agua.
Del mismo modo, la FEMP fomentará aquellas acciones en el ámbito de la reducción de emisiones de CO2, la mejora de eficiencia energética, el fomento de la movilidad sostenible y la prevención en la generación de residuos que contribuyan a la adaptación y lucha contra el cambio climático. E impulsará el modelo de municipio verde y biodiverso 3/30/300, con los principales objetivos de recuperar y preservar la biodiversidad urbana o crear ciudades y pueblos más saludables y habitables, captar Gases de Efecto Invernadero (GEI), y evitar la erosión y desertificación.