Valdestillas ya está celebrando actividades dentro del programa que ha organizado el Ayuntamiento de la localidad con motivo de sus Fiestas Patronales 2024 en honor a la Santísima Virgen del Milagro y San Isidro Labrador.
Unas fiestas cuyos días grandes comenzarán el próximo jueves, 9 de mayo, con el pregón de Javier León de la Riva, pero con actividades que han arrancado ya este pasado fin de semana para que todo el mundo se divierta en el lugar, hablando de los vecinos, y con espacio también para que los forasteros visiten el municipio vallisoletano y se lo pasen en grande.
Este miércoles, 1 de mayo y Día del Trabajador, el protagonismo será para las paellas. Se va a desarrollar un concurso en El Tamarizo con el fin de elegir a la mejor de Valdestillas. El premio para el ganador será de 100 euros, el segundo premio está valorado en 75 euros y el tercero en 50. Serán muchos los que se presenten al certamen en busca de conseguir ese primer premio con un plato típico español como protagonista.
Entre ellos, destacan los miembros de la Peña Los Indecisos. Un total de 21 jóvenes de entre 24 y 30 años que quieren pasar un buen rato en un día especial y por qué no, triunfar haciendo un gran arroz con el mejor sabor que consiga conquistar los paladares del jurado.
Adrián Martín, Adrián Soria, Aitor, Alfonso, Azahara, Carlos, Dani, Érika, Estela, Javi, Javier, Jorge, Laura, Luis, Paula, Quique, Rubén, Samuel, Toño, Víctor y Virginia, son los que buscarán hacer la mejor paella. Amigos desde pequeños que llevan haciendo peña desde los 14 años que participan, además en todas las actividades del pueblo. Todos, naturales de Valdestillas.
“Para nosotros, las fiestas de Valdestillas lo son todo. Significan mucho. Son días en los que todos nos juntamos, nos visitan amigos y, cuando pasan, recordamos, durante el resto del año, todo lo que hemos vivido estos días”, afirma en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, una de las integrantes de la peña.
El día de las paellas
La veintena de jóvenes se juntan para pasárselo bien, sobre todo el 10 de mayo que pasa por ser el día de La Virgen del Milagro y también este 1 de mayo, la jornada de las paellas con el suculento concurso organizado por el consistorio y en el que, como no puede ser de otra forma, van a participar.
“Es un concurso tradicional que pertenece al pueblo y es típico ir al Tamarizo para comerlas allí. Han sido unos cuantos años los que hemos participado. No hemos ganado nunca porque somos muchas peñas en Valdestillas las que participamos y puede vencer cualquiera”, apuntan desde la peña
Estos jóvenes no piensan en el premio en metálico sino en pasar una “gran jornada” con la diversión como protagonista, aunque, añaden, que “si ganan bienvenido es”.
El mejor sabor de una paella que “va variando”
“Desde nuestra peña variamos nuestra paella con el paso de los años. Hace dos, por ejemplo, hicimos una mixta y, la verdad, es que nos quedó muy buena. El pasado la hicimos de carne y también nos gustó mucho. Dejamos la paellera vacía”, explica entre risas Érika.
Mientras unos cocinan ese día la paella, y hasta que se hace, otros se encargan de ir acondicionando la zona, otros de comprar el pan, otros de hacerse con algo para picar y otros compran la bebida. Todo para que, cuando el delicioso plato esté acabado puedan disfrutarlo todos juntos.
“Lo más especial de nuestra paella es que la cocina gente joven, más que el sabor, aunque también intentamos que quede espectacular. Nos levantamos pronto para cocinar y preparar todo con muchas ganas, eso es lo más importante. Tampoco nos perdemos lo de ir al pinar a degustarla”, finalizan miembros de Los Indecisos.
Concursar y que el jurado deguste su paella
“No nos marcamos un objetivo entre ceja y ceja. Lo único que buscamos es concursar y que el jurado pruebe la paella. Si ganamos, nos alegraremos, si no, otro año será”, asegura nuestra protagonista que confiesa que, a pocas horas de tener que ponerse a los fogones, ya tienen todo preparado para hacer la mejor paella posible.
Desde la peña confiesan, además, que cocinan su manjar en casa al “no disponer de recursos” para hacerlo en el pinar. Cuando el arroz está reposado “se tapa con unos papeles de periódico” y “se lleva al lugar para comerla”.
Érika recuerda la paella del año pasado que la cocinó Adrián Soria, con la ayuda de todos. “Le quedó riquísima”, apunta. Seguro que la de este año queda aún mejor y quién sabe si pudieran conseguir el premio que sabe, y mucho, a la mejor paella.