El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha desestimado el recurso de apelación interpuesto por un hombre contra una sentencia de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Valladolid de fecha 26 de octubre de 2023, en una resolución contra la que cabe recurso de casación, como han informado fuentes jurídicas.
La sentencia, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL de Castilla y León, ratifica la condena de 14 años y medio de cárcel para el portero de un bar de Valladolid que el pasado 26 de diciembre de 2021 violó a una clienta en los servicios del establecimiento hostelero y también en el trayecto de la víctima hasta su domicilio.
En el escrito, la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia, confirma el fallo condenatorio de octubre de 2023 por la Audiencia de Valladolid.
Una sentencia que condenaba al individuo a la pena de un año y seis meses de prisión, con la accesoria inhabilitación para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena, inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio retribuido o no que conlleve contacto regular y directo con menores de edad y personas con discapacidad durante cinco años y prohibición de comunicación por cualquier medio y aproximación a la víctima a una distancia inferior a 500 metros durante tres años.
Por un delito de agresión sexual con penetración y extrema gravedad a la pena de once años de prisión con la accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena, inhabilitación especial para cualquier profesión que conlleve contacto con menores de edad o personas con discapacidad por 20 años, e imposición de libertad vigilada durante 10 años.
Y dos años de prisión por un delito de lesiones y la prohibición de acercarse hasta el lugar de trabajo y a la víctima a una distancia inferior a los 500 metros. En total, 14 años y medio de prisión.
Los hechos se remontan al 26 de diciembre del año 2021. La víctima acudió al bar con su prima y algunas amigas. Fue sobre las 4.30 horas cuando el establecimiento hostelero cerró al público. En el interior quedaron los trabajadores y algún cliente, entre ellos la víctima. El condenado se acercó a ella y empezaron a hablar para comenzar a mantener relaciones sexuales, en principio consentidas.
Fue entonces cuando la víctima sintió un fuerte dolor en la vagina, cuando el acusado le introdujo los dedos, lo que determinó que la mujer no quisiera seguir con la relación sexual. La mujer pretendía abandonar el lugar lo que “impidió el acusado, no dejándole salir poniéndose delante” mientras “le seguía tocando los pechos y los genitales” hasta que “finalmente” le dejó salir. Apunta la sentencia a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL de Castilla y Léon.
La víctima salió a la calle y se encontró con su prima. Después salió el, a la postre, condenado para pedir perdón a la víctima pero esta se marchó, rumbo a su domicilio, sin esperar a su prima.
La sentencia que apunta que el testimonio de la víctima “es creíble” porque viene “respaldada por los indicios corroboradores” y valora “exhaustivamente el testimonio descartando las objeciones presentadas por el recurrente”, continúa con la narración de los hechos.
La víctima en el camino del bar al domicilio tuvo que recorrer varias calles siendo seguida por el condenado. Este, al llegar a la Facultad de Filosofía y Letras, en una zona ajardinada y con árboles, se le acercó, abrazó con fuerza y la empujó. La mujer cayó al césped.
Fue entonces cuando la joven intentó levantarse, pero el portero lo impidió y la golpeó en la cabeza varias veces y empezó a tocarle los pechos y genitales, y a besarla y morder el cuello.
La víctima intentaba desquitarse de su agresor, diciéndole que necesitaba orinar y salió corriendo al encuentro de un vehículo de una empresa de seguridad. El conductor llamó a la Policía Nacional que acabó deteniendo al varón.