Volvimos a El Abrojo, un paraje idílico a orillas del padre Duero, a unos dos kilómetros de la localidad ribereña. Allí estuvo el antiguo Monasterio de los Franciscanos y allí profesó nuestro personaje: Pedro Regalado de la Costanilla, nacido en la vallisoletana calle de Platerías en 1390.

Hoy, festividad de San Pedro Regalado, lo celebran en la capital y en Laguna. Por ello volvimos al lugar donde estuvimos hace unos meses recogiendo datos y fotografiando recuerdos de lo que fue un monasterio, justo al lado de la familia Mongil, donde, en su propiedad, existe una ermita dedicada al santo.

José Mongil, (agricultor y exconcejal de Laguna durante varias legislaturas) nos facilitó numerosos datos y anécdotas de Regalado cuando visitamos su casa. Y ayer mismo nos invitaba de nuevo porque en la ermita, -que data de 1870- se celebró esta mañana el acto de la ofrenda de flores al santo por parte del Consistorio lagunero y posterior misa.

Después, la comitiva, presidida por el alcalde Avelino Álvarez, se dirigió hacia la zona de Torrelago, de Laguna, para llevar a cabo otra ofrenda al santo en la parroquia que lleva su nombre. En la capital también hubo ofrenda y misa como viene sucediendo desde 1746, año de la canonización del santo por Benedicto XIV.

Acudimos a ambos sitios de Laguna de Duero para ofrecerles a ustedes testimonio de lo acontecido en el día de San Pedro Regalado, una historia interesante que, desde 1952, traspasó los límites eclesiásticos para convertir al santo en el patrono de los toreros.

Todo ello lo contamos en el libro: 'San Pedro Regalado y el trofeo taurino de su nombre', un ejemplar de 50 páginas ilustrado con dibujos del pintor medinense Pepe Moreda.  

Ayer, antes del festejo taurino, se entregaron los trofeos del santo a los distintos personajes premiados en un acto emotivo organizado y celebrado en el salón de recepciones del Ayuntamiento de Valladolid. Al final del acto se entregaron ejemplares de este libro a los premiados y miembros del jurado.