Cabreo de las mujeres que han pasado por un cáncer de mama con la Federación de piragüismo: “Nos excluyen por ser supervivientes”
Valkiria Pisuerga protesta porque se ha cambiado la regulación de la categoría Dragon Boat, incluyéndola en otra que agrupa a los deportistas discapacitados que compiten en remo
17 mayo, 2024 07:00Las mujeres que han pasado por un cáncer de mama han encontrado en el piragüismo un bote de salvación. Lo es físicamente, mentalmente y para visibilizar su situación. En concreto en una modalidad denominada Dragon Boat, donde lo importante es el trabajo en equipo, la sincronización y el compañerismo. Además, un estudio en 1996 de la British Columbia demostró la importancia del ejercicio físico en la recuperación del torso superior en mujeres que habían padecido un cáncer de este tipo. Ya que este deporte ayuda al drenaje linfático y a la recuperación después del tratamiento.
Así es como surgió la unión entre este deporte y las mujeres que padecen esta patología. En Valladolid surgió, Valkiria Pisuerga, el primer equipo de Dragon Boat en Castilla y León. Sin embargo, tres años después han recibido un jarro de agua fría por parte de la Federación Española de Piragüismo, la misma que se supone que tiene que velar por ellas.
La Federación nacional ha cambiado la regulación de sus categorías incluyendo la de Dragon Boat, categoría donde se aglutina a estas mujeres, en el ‘Para Dragon’, que agrupa a los deportistas discapacitados que compiten en remo. Algo que no ha sentado nada bien a las componentes vallisoletanas que a través de un comunicado han mostrado su rechazo.
“Resulta paradójico, que en un momento en el que se apuesta de una manera totalmente transversal por la empatía y la inclusión, un órgano deportivo decida tomar decisiones claramente opuestas al contexto social en el que vivimos; y es que, si estudiamos a fondo la nueva normativa que la Federación pretende incluir la modalidad BCS, esto es, en la categoría Paradragon, nos encontramos en una situación donde pretendiendo ser inclusivo, se consigue justo todo lo contrario”. A su entender, “pretendiendo practicar esa empatía de la que se hace gala, se discrimina, no solo al propio colectivo BCS, sino a las personas que se encuentran en esa categoría actualmente, y cuyas patologías, en nada, se asemejan a las nuestras”.
Así, piensan que “nos excluyen por ser supervivientes”, lo que tachan de “una ironía”, y es que, en muchos casos y si esta normativa sigue aplicándose, aquellas mujeres que hayan superado esta enfermedad y ya no se encuentren en tratamiento, “no podrán seguir disfrutando de este deporte que tanto significa para nosotras a nivel no solo físico sino emocional”.
Valkirias exige tener su propia categoría, como vienen haciendo desde el año 2017. Ante esto, hacen un llamamiento a los órganos directivos de la Federación; “nuestra modalidad es inclusiva, porque en ella, tienen cabida las personas que han pasado por la enfermedad, las que están ahora en esa situación, las que tienen o tendrán secuelas de por vida, las que tuvieron o tienen recidiva, todas. Es BCS, porque no finaliza con el alta médica, ¿de verdad debemos explicar por qué?”.
Por último, aseguran que competir les llena de fuerza, coraje y entusiasmo, además “visibiliza la enfermedad y sirve de espejo para aquellas que están perdidas en esa tormenta que a veces parece imposible superar”.