Hablar de desarrollo tecnológico, industria e innovación nos teletransporta automáticamente a las grandes potencias europeas y mundiales, olvidando una de ellas, que muchas veces no ponemos en valor, por ser propia. Podríamos irnos a Alemania o Francia, sin salir del continente. A China o a Estados Unidos si miramos desde un paradigma internacional. Pero muchas veces obviamos lo de casa, lo de España. Y es en este punto donde Valladolid juega un papel determinante.
En la ciudad del Pisuerga se ubica un centro referencia no solo a nivel nacional o Europa, sino que hablamos mundialmente. Es el centro I+D+i de Horse, la empresa spinoff del Renault Group y participada en un 100% por la marca francesa para el desarrollo y producción de powertrain de bajas emisiones. También pertenece a ellos la factoría de motores de Valladolid.
Es aquí, en el centro I+D+i, uno de los tres que tienen (también hay en Rumanía y Brasil), donde se cuecen las soluciones de movilidad "del mañana", tal y como ellos mismos señalan. Este miércoles, 22 de mayo, se ha celebrado una visita abierta a medios de comunicación para conocer este centro, que a veces pasa desapercibido y del que pocos conocen realmente el potencial que tiene.
Talento español y vallisoletano que marca los pasos del sector a nivel mundial
Talento vallisoletano y español trabajan a diario para encontrar las mejores soluciones a lo que el mercado de la automoción hoy en día reclama y que se dirige hacia la electrificación. Sin embargo, aquí son fieles defensores la "democratización" de esta movilidad y por eso su apuesta va encaminada hacia un modelo de convivencia, ya que consideran el vehículo eléctrico 100% no puede ser la única solución, y para eso Renault ya diversificó en otra pata de una amplia mesa con la que cuenta la multinacional gala.
Horse, que cuenta también en España con la fábrica de caja de cambios de Sevilla, ha desarrollado su propio roadmap tecnológico. Y sí, es que Horse se entiende en sí misma como un proyecto global, aunque nazcan a partir de Renault, son independientes y su objetivo es desarrollar para cualquier fabricante.
Pero antes de entrar en harina, conviene saber qué es exactamente Horse. La compañía, que tiene su sede en España, concretamente en Madrid, se presenta como un proveedor mundial de soluciones innovadoras para sistemas de propulsión. En esta línea, se encaminan hacia varios objetivos para dar respuesta a la movilidad sostenible.
Su roadmap tecnológico cuenta con tres patas, que conforman una mesa. Por un lado, está el desarrollo de la hibridación a través de la optimización de las baterías, la caja electrónica de potencia y el e-motor y la innovación en otras tecnologías. Le siguen los combustibles sintéticos y la mejora de la combustión interna del motor. Desarrollan, producen y suministran, con conocimientos heredados de décadas de trabajo industrial con el Grupo Renault, trenes motrices totalmente híbridos, híbridos enchufables y de combustión interna altamente eficientes.
Más de 9.000 empleados y presencia por varios países
También abarcan los motores, cajas de cambio, sistemas totalmente híbridos e híbridos enchufables, y hasta baterías. A nivel mundial, más de 9.000 empleados en siete países diferentes. Ocho fábricas y tres centros de I+D. Uno de ellos, el de Valladolid, que está en el centro de todo este ecosistema y es el cual hemos conocido este miércoles.
En el centro de I+D+i de Valladolid trabajan más de 715 empleados, de los que un 65% son ingenieros y, de estos, un 70% tienen más de 10 años de experiencia en el sector. La ciudad del Pisuerga, según ha destacado el director global de Horse de I+D+i, Roberto Miguel Nieto, cuenta con un "ecosistema único", donde en "menos de 400 metros cuenta con todas las capacidades para desarrollar un producto de la A a la Z".
Es este punto el cual han querido destacar, dado que el potencial de desarrollo tecnológico existente en España y más en Valladolid parece obviarse en muchas ocasiones. Bajo el capó de los coches que hoy vemos por nuestras calles, aunque por el momento hablamos de los de la marca Renault, "sin cerrar en el futuro la puerta a otros fabricantes", según ha destacado el director de comunicación de Horse, Álvaro Fernández, hay más de "700 cerebros".
700 cerebros que desde Valladolid desarrollan cada día la movilidad del futuro en unas instalaciones que, según vas descubriendo a medida que caminas por los pasillos, cuentan con la última tecnología y donde hacen cosas que, para gente ajena a este sector, puede sonar hasta como algo imposible.
Horse encamina su producción hacia una movilidad "neutra en CO2", pero "inclusiva". Accesible para todo el mundo, que se adapte a las necesidades del cliente y que le dote de la oportunidad de elegir, ya que son conscientes de que la electrificación 100% es cara, por la materia prima que se necesita para producirla, especialmente. El centro de I+D+i de Horse cuenta con cinco décadas de experiencia desarrollando proyectos 'mother', como les gusta llamarlo, o de máxima complejidad.
Un contexto que les avala para ser considerados referentes a nivel internacional y que supone ser un centro innovador único en el mundo. En sus instalaciones cuentan con 36 medios de ensayo, que simulan todo tipo de condiciones que luego ratifiquen que las prestaciones de sus productos cumplen al milímetro, primero las normativas, y luego las necesidades del usuario final.
Aquellos contextos que no son capaces de simular, son probados, por ejemplo, en Granada, a 2.500 metros de altitud y con temperaturas de calor extremo. También a Suecia, para encontrar el polo opuesto, el frío extremo. Un trabajo llevado al milímetro, porque cada milímetro cuenta, según han asegurado, que luego se traduce en resultados.
Con la mira puesta en 2026
Hemos hablado antes del roadmap de Horse. Del total, el 66% se hace con talento español y se desarrolla fundamentalmente en Valladolid. Su trabajo va encaminado a desarrollar el "mismo nivel de CO2 que el eléctrico", con el objetivo de cumplir esos fines que marca la descarbonización. El punto de mira le han puesto en el año 2026, momento en el que Europa ha marcado la fecha de la cláusula de revisión de la normativa, que pretende establecer las nuevas soluciones de cara a 2035, que hasta ahora prevé eliminar la venta de los vehículos de combustión.
Y aquí Horse juega un punto determinante y lo hace con especial incidencia en Valladolid. Pretenden llegar a la cita con el desarrollo de un nuevo modelo de movilidad y han apostado especialmente por el 'Range extender'. O lo que es lo mismo, un motor de combustión que recarga la batería y que es de 0 emisiones. Se trata de una solución tecnológica intermedia entre un PHEV y un vehículo eléctrico, que permite aumentar la autonomía de las soluciones 100% eléctricas. Una de sus ventajas es que, desde el punto de vista legal en España, es considerado un vehículo eléctrico.
Utilizan un motor de combustión interna que está acoplado a un generador para producir electricidad cuando la batería se agota, permitiendo la realización de viajes más largos sin que sean necesarias las recargas constantes. El concepto con el que trabajan son 200 kilómetros de autonomía eléctrica que se ve apoyada con otros 400 con la combustión. En total, 600 kilómetros que dotan de mayor autonomía y a un coste más reducido que el modelo eléctrico puro.
Su máxima no es imitar al mercado, sino ser la excelencia en el mercado. Mejorar la eficiencia y las prestaciones que da actualmente esta opción. Llegar al máximo desarrollo, hablando en pocas palabras. Sus proyectos empiezan siempre en una hoja en blanco, y a partir de ahí se van cocinando poco a poco desde Valladolid.
Están completamente convencidos de que en 2026 convencerán a las autoridades europeas de que se puede llegar más a allá de 2035 con modelos de combustión e hibridación, sin que la electrificación 100% sea la única solución, cumpliendo con todos los parámetros que marca la lucha contra el cambio climático.