Jose e Isabel en el Restaurante El Gallo Rojo

Jose e Isabel en el Restaurante El Gallo Rojo Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Valladolid

Adiós por jubilación a un restaurante que brillaba con su comida casera en un pueblo vallisoletano

Isabel cuelga el mandil tras años y años dando las mejores elaboraciones creadas con el mayor de los mimos dentro de una cocina para chuparse los dedos

26 mayo, 2024 13:16

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Mojados es un municipio ubicado en la provincia de Valladolid que cuenta con una superficie de 46,02 kilómetros cuadrados y que tiene, en la actualidad y según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 3331 habitantes.

Un municipio que es cruzado por el río Cega, en el que destaca un puente sobre el mismo de seis arcos de piedra que fue construido, en el año 1575, por Juan de Nates, bajo el mandato de Felipe II. Otros lugares de interés son La Casa Solariega del Conde de la Patilla, del siglo XV o XVI, y también sus iglesias de Santa María y San Juan, ambas de estilo mudéjar.

Mojados también destaca por sus establecimientos hosteleros en los que prima el buen comer. Lugares para chuparse los dedos como el Restaurante Gallo Rojo, ubicado en la Carretera Madrid kilómetro 168 que tiene más de 50 años de historia, y en el que Isabel lleva al frente 35 primaveras.

“El bar era de mis padres. Mi padre falleció y se quedó mi madre en cocina. Yo le ayudo en los ratos libres porque tengo mi trabajo”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León José García, de 45 años e hijo de Isabel, la dueña del lugar.

Interior del Restaurante El Gallo Rojo de Mojados

Interior del Restaurante El Gallo Rojo de Mojados Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

La cocinera y madre de nuestro entrevistado suma 35 años a los fogones del local, pero “hoy es el último día”. El Restaurante EL Gallo Rojo de Mojados echa el cierre y deja un vacío en la localidad y en la provincia de Valladolid que será difícil de reemplazar.

Mi madre se jubila. Tiene 66 años y lleva muchos años trabajando. Yo tengo mi trabajo. Todo el mundo me dice que coja el negocio, pero no puedo. Además, la gente venía por la comida casera que hace mi madre, no por mí”, afirma nuestro entrevistado.

Comida como la sopa de pescado, la paella, el revuelto o el bacalao, que podrán ser disfrutados este domingo en unos comedores que “están completos” hoy, pero que quedarán huérfanos a partir de esta noche del domingo 26 de mayo, cuando se eche el cierre definitivo.

“De momento no hay nadie interesado, pero sí que me gustaría verlo abierto. Tenemos un espacio muy amplio y ofrecíamos, los domingos, un total de cinco y seis primeros y seis o siete segundos. Destacábamos por nuestra variedad”, apunta Jose.

En el lugar trabajaba Isabel, más un ayudante de cocina y los fines de semana “tiraban de extras” en cuanto a los camareros se refiere, con una ayuda por parte de Jose.

“Claro que me da pena. Son muchos años”, finaliza Jose ante el cierre de un restaurante único en la provincia pucelana.

Esperamos que pronto pueda abrir, con nuevos inquilinos.

Restaurante El Gallo Rojo de Mojados

Restaurante El Gallo Rojo de Mojados Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León