La Policía Nacional ha detenido a cuatro personas como presuntas autoras de un delito de estafa y otro de falsedad documental en una investigación que comenzó tras el conocimiento de varios impagos provenientes de ventas financiadas en un establecimiento determinado y que, a la hora de reclamar lo adeudado a los supuestos compradores, éstos manifestaban que no habían realizado las compras atribuidas.
Por parte del Grupo de Delincuencia Económica y Fiscal de la BPPJ de Valladolid se iniciaban las gestiones pertinentes en una primera instancia de recopilación de documentación de las ventas fraudulentas, en la que se recogía la manera en la que se habían formalizado las financiaciones y las personas que figuraban como compradores.
Una vez que la información era analizada y cotejada y tras las oportunas gestiones de investigación, se conseguía determinar que la única trabajadora de la tienda, en connivencia con terceras personas, habría financiado, de forma fraudulenta, la venta de productos del local.
Modus operandi
La trabajadora ("trabajadora infiel" como le ha definido la Policía Nacional) vendía a terceras personas artículos, probablemente, a un precio inferior al de mercado, financiando la compra con documentación de terceras personas que no tenían nada que ver con la venta, pero aportando el teléfono de alguno de los connivientes.
Después, estas personas recibían en su teléfono móvil un código enviado por la financiera para aceptar la operación de financiación a través de firma electrónica.
Tres personas, que actuaban en connivencia con los detenidos para llevar a cabo la estafa, han sido identificadas.
Se han detectado diecinueve operaciones de financiación fraudulentas, habiéndose producido un perjuicio económico total por un importe 14.997,69 euros.
Los detenidos fueron puestos en libertad.