Castilla y León y, en concreto, la provincia de Valladolid, alberga un sinfín de curiosidades dignas a tener en cuenta por todos aquellos turistas a los que les gusta conocer a fondo cada lugar que deciden visitar.
Una de ellas tiene que ver con que un pueblo de la provincia vallisoletana conserva el buzón de correos más antiguo de España del que se tienen noticias.
Este se ubica nada más y nada menos que en el municipio de Mayorga, integrado en la comarca de Tierra de Campos y situado a unos 75 kilómetros de la ciudad. Y es que, hay que tener en cuenta que esta localidad era un centro neurálgico de Castilla y parte una ruta comercial que unía Medina de Rioseco con Venta de Baños.
El buzón se encuentra específicamente en una casa particular habilitada en un edificio de dos plantas de estilo barroco del siglo XVIII, situada justo enfrente de la que fuera de Don Modesto, en la calle Derecha de la localidad.
Se trata de un buzón construido en piedra, que lleva grabada la inscripción Coreo / Año de / MDCCXCIII, lo que prueba que su origen se remonta a 1793.
Si bien, tal y como explicó en 2019 el que fuera alcalde de Mayorga, Alberto Magdaleno, a EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León, "el buzón permaneció oculto hasta unas obras que lo descubrieron allá por el año 1952-1953". Además, en 2005 fueron restauradas tanto la fachada como el buzón.
Es tal la relevancia de este hallazgo, que hasta la Filatelia Española le dedicó un sello al buzón en el año 2001. Un sello con un precio de 93 céntimos y en el que se podía observar una imagen del buzón en cuestión junto a una frase que decía: "Primer buzón de España. Mayorga (Valladolid)".
Tal y como explican desde Correos, según los Anales de las Ordenanzas de Correos de España, pese a que este buzón data de 1793, es en 1762 cuando aparece la primera referencia escrita sobre los buzones.
Al parecer, fue en ese año cuando una disposición oficial animó a "abrir un agujero o reja en todas las Hijuelas o Verdes, por donde se puedan echar las cartas", con el fin evitar la desconfianza de los usuarios por el posible extravío de la correspondencia en el momento del depósito y de ofrecer un mejor servicio, al no ser necesario, a partir de ese momento, esperar al cartero para hacer la entrega en mano.