Cerca de 100 personas han participado este mediodía en Valladolid en una sentada en mitad del Puente de Poniente. Lo han hecho para mostrar su rechazo contra el proyecto de ampliación de la infraestructura emprendido por el actual Ayuntamiento. Todo ello bajo el lema ‘El puente no se toca’, colectivos ecologistas y ciudadanos escenificaron su oposición a la propuesta y reclamaron “más espacio para las bicicletas y menos para los coches, que nos llenan de humo y comen el espacio público”. Sin embargo, no ha contado con mucha aceptación.



La coordinadora de Movilidad y Transporte de Ecologistas en Acción, Carmen Duce, subrayó en declaraciones recogidas por Ical que la intención de la protesta de hoy es “demostrar que no es necesario ampliar carriles en este puente de entrada al centro de la ciudad”. A su juicio, “lo suyo sería que las calles a las que da acceso el puente estuvieran peatonalizadas hace tiempo, con acceso restringido en exclusiva al transporte público”. “No tiene mucho sentido gastarse cinco millones de euros de dinero público en hacer una obra que puede llegar a dañar la estructura del puente, que no es necesaria y que es absolutamente contraproducente”, valoró.

Por su parte, la presidenta de la Federación de Asociaciones Vecinales Antonio Machado, Margarita García, recalcó que la sentada “es una muestra de que la ciudadanía se mueve y cuando quiere algo tiene fuerza para salir a la calle y reclamarlo”. En su opinión, “la gente no quiere la amplifican del puente porque no es algo necesario. Hay obras mucho más imprescindibles en las que gastar el dinero público”, apuntó.

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