El vertedero industrial de San Martín de Valvení, Valladolid, ya no verá la luz, de momento. La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León ha archivado, de momento y tras caducarse la declaración de Proyecto Regional, el centro integral de tratamiento de residuos industriales no peligrosos que estaba previsto que se instalase aquí.
Así se refleja en la Orden publicada este miércoles en el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCyL) y la cual ha sido celebrada por Ecologistas en Acción, según el comunicado remitido a los medios de comunicación. El vertedero era promovido por el grupo Urbaser, también propietario del cercano vertedero de residuos tóxicos de Santovenia de Pisuerga y del que se postulaba como recambio.
Con el objetivo de "blindar" el proyecto, la Junta lo declaró Proyecto Regional en 2019, "dando así continuidad a su histórico trato de favor a Urbaser", según han denunciado en un comunicado en el que también han añadido que anteriormente se les "benefició" con la declaración de Proyecto Regional a sus vertederos de residuos industriales de Fresno de la Ribera, en Zamora, y Santovenia de Pisuerga.
Todo ello mediante leyes "inconstitucionales" para pasar por "encima" de sentencias judiciales contrarias. La autorización ambiental del vertedero, que fue otorgada en 2016 por el Ejecutivo autonómico, fue derogada por sentencia firme el 5 de julio de 2018 del TSJCyL. Sin embargo, Junta y empresa "insistieron el año pasado con este vertedero, tramitando una nueva autorización ambiental pese a que la declaración de impacto había caducado en 2022".
Y ahora se da la casuística de que en esta ocasión la Junta ha declarado la caducidad del Proyecto Regional. De esta forma, fracasa al menos de momento la pretensión ilegal de Urbaser de construir un vertedero de 2,5 millones de toneladas de capacidad a 800 metros del río Pisuerga, aguas arriba de las localidades de Cabezón de Pisuerga, Santovenia de Pisuerga y Valladolid, en un tramo fluvial declarado como Zona Especial de Conservación dentro de la Red Natura 2000 de la Unión Europea", han subrayado en su escrito.
Según el estudio geotécnico aportado por el promotor, el nivel de las aguas subterráneas se ha localizado a 6 metros bajo el vaso del vertedero proyectado, que se ubicaría sobre terrenos que en varios de sus tramos tienen permeabilidades más de 1.000 veces superiores a la máxima permitida legalmente, por la presencia de calizas y yesos afectados por procesos de disolución cárstica.
Se trata por lo tanto de un emplazamiento "inaceptable" desde el punto de vista de la seguridad ambiental, con los mismos problemas que el del vertedero tóxico de Santovenia, encontrándose el nuevo vertedero de Urbaser mucho más próximo al río Pisuerga. De hecho, recuerdan que este emplazamiento fue desestimado en 2009 por la Junta de Castilla y León en el concurso que convocó para seleccionar la ubicación más adecuada para un vertedero de residuos industriales en el eje Valladolid-Palencia.
Además, el Plan Regional del Valle del Duero protege las cuestas donde se emplazaría el vertedero al incluirlas en la Red de Corredores Ecológicos del Territorio Duero, estableciendo que "deben mantener la continuidad de su cubierta vegetal y su potencial como elementos conectores entre áreas de interés ecológico", para lo que señala que "alrededor de los corredores y áreas de enlace se delimitarán zonas de amortiguación frente a los posibles impactos negativos".
Ecologistas en Acción ha celebrado la declaración de caducidad de este "atentado ambiental", al que presentó alegaciones junto a otras asociaciones y ayuntamientos de municipios ribereños, y reclama a la Junta de Castilla y León que cambie su política de residuos industriales, orientada al vertido y la incineración de los desechos en lugar de a su reducción, reutilización y reciclado, mediante la revisión en profundidad y participada del obsoleto Plan Integral de Residuos de Castilla y León