Este viernes, 28 de junio, no es un día sencillo para el balonmano vallisoletano. El deporte de la ciudad del Pisuerga llora hoy la muerte a los 59 años de Fernando Bolea Alonso, histórico jugador aragonés e internacional que estuvo muy vinculado a Valladolid, además de Zaragoza e Irún.
Bolea Alonso padecía Alzheimer, una enfermedad degenerativa que ha ido agravando su salud en estos últimos años. Llegó al ACD Michelín de Valladolid en la década de los 80, desde el Corazonistas de Zaragoza. Fue aquí, en la ciudad del Pisuerga, donde logró a la Liga Asobal, permaneciendo cinco temporadas y llegando a la selección absoluta de España.
Su debut en el combinado nacional se produjo en 1989 y participó en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, el Mundial de Suecia 1993, el Europeo de Portugal 1994 y el Mundial de Islandia 1995.
Tras su etapa en Valladolid, recaló en Irún, en Hammel y por último en Zaragoza, lugar donde comenzó su carrera como entrenador de éxito. Ésta última se cerró en la temporada 2018-2019 al frente de los juveniles del Recoletas Atlético de Valladolid.
Desde la Federación de Castilla y León de Balonmano han señalado que la pérdida les "entristece" porque Bolea Alonso ha estado muy ligado al deporte como entrenador "hasta hace muy pocos años".
Para el organismo deportivo la "huella" de Bolea Alonso es "profunda" por los hitos y el legado que se conquistaron con su "ayuda", que han pasado a formar parte de la "historia del balonmano". Desde la FCyLB han querido transmitir a su hijo y esposa, así como al resto de familiares y amigos, su pésame y las "condolencias de todo el balonmano de Castilla y León".