Un hombre de 28 años ha sido detenido después de dejar inconsciente a otro durante una pelea a plena luz del día este pasado martes en una plaza de Valladolid y regresar para robar el teléfono móvil y otros efectos que llevaba la víctima en una riñonera, según han informado fuentes de la Policía Municipal a este periódico.

Los hechos ocurrieron a las 10:30 horas del martes, cuando dos parejas se encontraban tomando algo en la plaza de Lola Herrera, en el barrio de las Delicias. En un momento dado, según relataron los testigos a los agentes, los varones se comenzaron a golpear, propinando uno de ellos puñetazos y patadas en la cabeza del otro hasta que se quedó inconsciente, para posteriormente marcharse.

Sin embargo, poco después regresó y sustrajo efectos de una riñonera que portaba la víctima, nacida en 1989, para huir nuevamente ante la cercanía de las patrullas de Policía Nacional y Municipal que se dirigían al lugar. Fueron los testigos quienes aportaron los datos del presunto agresor a los agentes, que comenzaron una ronda de búsqueda por los aledaños.

Dirección a la Plaza del Carmen, una patrulla de la Policía Municipal avistó a un hombre que coincidía con las características aportadas y que llevaba una sudadera gris como la que habían referenciado los testigos. Además, éste, al percatarse de la presencia de los agentes, tiró un teléfono móvil al suelo que resultó ser el de la víctima.

Fue interceptado unos metros más adelante, en la calle Padre Manjón, donde procedieron a darle el alto y además se percataron de que la sudadera tenía restos de sangre. Sin embargo, el hombre hizo caso omiso y comenzó a realizar gestos de violencia y a autolesionarse, golpeándose la cabeza.

En el momento que fue inmovilizado por los agentes, fue trasladado hasta un complejo hospitalario acompañado de las patrullas policiales, siguiendo no obstante con las amenazas a los agentes con frases como: "Policías de mierda ya veréis cuando no tengáis el uniforme".

Como resultado de la actuación, un agente de la Policía Nacional tuvo que ser asistido por los facultativos como consecuencia de las heridas ocasionadas durante la detención del hombre, que mostró una enorme resistencia.