Íscar se ubica a 45 kilómetros al sur de la ciudad de Valladolid, muy cerca de los límites con la provincia de Segovia y pasa por ser uno de los municipios más bonitos de la provincia. La localidad domina en la comarca de Tierra de Pinares y cuenta con una extensa historia. Debido a esto y a su situación, hay mucho que ver tanto en el pueblo como en su entorno.

Para empezar la visita a Íscar, que cuenta en la actualidad y según los datos del Instituto Nacional de Estadística con una población de 63.263, podemos pasar por la Oficina de Turismo y visitar el Museo de Mariemma, con el fin de conocer la exposición relacionada con la bailarina que le da nombre.

Por sus calles nos podemos encontrar casas blasonadas, especialmente en la calle Real. También destaca el Castilla de Íscar que domina desde lo alto del páramo, por lo que atesora unas vistas impresionantes del entorno.

La Plaza Mayor es otro de los lugares que merece la pena visitar y allí nos chocamos con la Iglesia de Santa María de los Mártires, un templo mudéjar que ha sido reformado y en el destaca el campanario. También destacamos la Iglesia de San Miguel, otro templo románico del siglo XII, austero.

En la Plaza Mayor también se ubica la Iglesia de San Pedro, que fue construida en pleno siglo XIII, concretamente en el año 1247 como asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, el alcalde de Íscar José Andrés Sanz.

En el año 1925, después de la construcción de las iglesias de San Miguel y Santa María, la de San Pedro fue adquirida por dos industriales que lo transforman en harinera. En el año 1934 sufre un incendio y desde el año 1987 el edificio está en desuso”, asegura el primer edil a este periódico.

Hubo intentos, a lo largo de estos más de 35 años por conseguir que el lugar se convirtiera en restaurante o en hotel, pero estos proyectos no fructificaron. La cercanía con la Casa Consistorial de Íscar ha provocado que el Ayuntamiento se haya lanzado a comprar el inmueble.

La antigua Iglesia de San Pedro en Íscar Ayuntamiento de Íscar

A raíz de nuestra entrada, la del PP, al Gobierno, tuvimos la pretensión de adquirir el inmueble y lo hemos hecho por 250.000 euros. Nuestra idea es trasladar hasta allí dependencias como la de la Policía Municipal, el Juez de Paz o los centros sociales. También queremos hacer una biblioteca con zona de estudio y audiovisuales”, asegura el que ostenta el bastón de mando.

En la parte inferior de la que fue una harinera aún se conservan silos. La pretensión del alcalde, José Andrés Sanz pasa por fijar un museo en ese lugar.

“Estamos muy satisfechos. Ahora tenemos que acometer las obras de acondicionamiento y de seguridad. El inmueble es seguro, pero queremos que no haya sustos”, apunta el primer edil.

Las actuaciones comenzarán a verse en el lugar desde la finalización del verano, todo para que un emblema de Íscar, y su corazón, vuelva a latir tras años en desuso.