El arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, ha emitido la carta pastoral del 16 al 31 de julio de 2024, bajo el título de “La parábola de la Cúpula”, en franca alusión al episodio que la Iglesia de la Vera Cruz vivió hace unas semanas con el doloroso derrumbe de la cúpula.

“La Eucaristía de acción de gracias, celebrada en la Catedral a partir del hundimiento de la cúpula del templo de la Vera Cruz, y el traslado procesional de las imágenes a la Iglesia Parroquial de San Miguel y San Julián nos hacen caer en la cuenta de que todo acontecimiento, por doloroso que sea, puede ser leído también de manera providencial”, ha comenzado Argüello.

Una eucaristía que se desarrolló para dar gracias después de que el suceso del pasado 25 de julio no dejara heridos ni afectados y también por lo valioso de las tallas que viven en la iglesia que tampoco han sufrido daño alguno.

“Sí, damos gracias porque podemos seguir cultivando la devoción y podemos seguir haciéndolo todos, dado que nadie ha sufrido un daño irreparable por este acontecimiento que entristece y preocupa a la vida de los cofrades y de los vallisoletanos en general”, añade.

Argüello añade que el colapso de la cúpula “puede ser como parábola que misteriosamente se ha escrito para nosotros” en algo que, como apunta el arzobispo, “también esto ocurre en el templo de piedras vivas que somos los creyentes”.

“La falta de cuidado de los cimientos hace que nuestra propia vida de creyentes, de comunidad cristiana, colapse también. Se venga debajo de manera, podríamos decir imprevisible, pero que ha venido gestándose a lo largo del tiempo. De repente, nuestra vida cristiana desaparece, nuestra presencia ante los demás como seguidores del señor y devotos de la Virgen no tiene ya ninguna repercusión en nuestra vida familiar, social o pública”, añade.

Por eso, y según el presidente de la Conferencia Episcopal, la ‘Parábola de la Cúpula de la Vera Cruz’ nos invita “al cuidado de los fundamentos de nuestra fe” y de “la propia vida de fe, de cofrades y devotos de la Semana Santa vallisoletana”.

“Por otra parte, esta parábola de la cúpula de la Vera Cruz nos está también convocando a poner los medios para restaurar y cuidar el mantenimiento del templo; nos está llamando a seguir cultivando la devoción, ahora en el templo parroquial de San Miguel. Seguramente, os convoca de una forma especial, queridos cofrades, a expresar de manera más cotidiana vuestra vida fraterna. También nos está invitando, desde la solidaridad provocada y ofrecida desde las primeras horas de este desastre por cofradías, parroquias, autoridades, devotos y ciudadanos a seguir cultivando esta cercanía a lo largo de nuestra vida ordinaria”, ha añadido Argüello.

Para finalizar, el arzobispo de Valladolid ha apuntado que la ‘Parábola de la Cúpula de la Vera Cruz’ “nos llama a una colaboración mayor entre todas las cofradías” y a un “cuidado de los fundamentos de la vida cofrade”.

“Si hacemos esta mirada creyente y leemos con ojos providentes el acontecimiento del colapso, la acción de gracias celebrada el domingo tiene todo su fundamento y el corazón agradecido se pondrá ahora en marcha procesional para realizar una acción desde la llamada que recibimos al leer y pasar por el corazón la parábola de la cúpula de la Vera Cruz”, ha terminado Argüello.

 

 

 

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