Al tratarse de una provincia de interior, es difícil encontrar en Valladolid zonas netamente playeras o dedicadas al baño. De todos es conocida la playa de las Moreras en la capital, pero si nos adentramos en los municipios más pequeños, nos podemos encontrar rincones con encanto que nos pueden sorprender y convertirse este verano, en un lugar ideal para combatir el calor.
El embalse de Encinas de Esgueva es uno de esos mares de interior que atraen a centenares de usuarios en los meses de verano, para poder disfrutar de un entorno natural que ofrece una variada oferta de posibilidades de ocio para todos los públicos. Merenderos, pesca, camping… hacen de este precioso enclave un emplazamiento idóneo para disfrutar de un día en familia, con los amigos o incluso en solitario.
A tan sólo cuatro kilómetros de la localidad vallisoletana, a través de un sendero, nos encontramos una gran balsa de agua se abre paso dentro de un verde campo. Según uno se acerca, el embalse se divisa mucho más grande de lo que parece en un primer momento. Incluso en el camino dan ganas de parar el coche y bajarse a contemplar esa bonita estampa… Pero con los calores de este verano, lo mejor es darse un chapuzón en esta piscina natural.
Porque sí, está permitido el baño y además la presencia de mascotas -para quien tenga-, así que es una magnífica opción para acercarnos con nuestros animales para que disfruten de un día diferente durante este periodo estival.
Con el bañador puesto, creeremos que nos encontramos en las playas de la provincia de Málaga -con un poco de imaginación-, debido a las piedras que se encuentran en el suelo y que son protagonistas de sus playas y también de las del embalse de Encinas de Esgueva, aunque con la diferencia de las playas adyacentes no cuentan con un gran tamaño, aunque son suficientes para dejar una toalla y relajarse mirando el paisaje que uno tiene ante sus ojos.
Y si después del chapuzón nos entra el hambre, como decimos, existe una zona de mesas y sillas que hacen las veces de merendero, donde podemos hacer un picnic a la sombra de los árboles y poner el broche de oro a una jornada veraniega sin salirnos de Valladolid pero con la sensación de haber desconectado del bullicio del día a día.
En definitiva, el embalse de Encinas de Esgueva es uno de esos emplazamientos mágicos que se esconden en nuestra provincia y que permiten descubrir lugares que, simplemente, te pueden dejar sin palabras.