El Castillo de la Mota es una fortaleza única. Se ubica en la localidad vallisoletana de Medina del Campo y encierra, en sus muros, un sinfín de historias y sucesos que dibujan el pasado de esplendor del edifico, su función de archivo de la Corona, el encierro de la princesa Juana, su papel en la Guerra de las Comunidades o la huida de César de Borgia.
La Villa de las Ferias es un municipio de origen prerromano que se ubica a unos 45 kilómetros de la capital. Con más de 20.000 habitantes es la cuarta localidad más poblada de la provincia.
Un lugar con mucha historia que presume de un castillo único. Conocemos todos los detalles de la fortaleza con la ayuda de David García Esteban que pasa por ser el responsable de Actividades y Comunicación del Centro de Visitantes del castillo.
Una historia brillante y 500 años de vida
“Tenemos constancia de una fortaleza en el cerro de La Mota desde el reinado de Pedro I, aunque poco sabemos de dicha construcción ya que el castillo que hoy conocemos data del siglo XV. Reinando en Castilla y Juan II comienzan las obras de construcción de la actual fortaleza cuyos muros se adaptarán y apoyarán en las viejas muras medievales del siglo XII. El rey Enrique IV terminará las obras del recinto interior del mismo y culminará la obra de la gran torre del Homenaje”, cuenta, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, David García Esteban, responsable de Actividades y Comunicación del Centro de Visitantes del Castillo de La Mota en Medina del Campo.
Fueron los Reyes Católicos los que, a finales del siglo XV, se encargaron de “la finalización del castillo, dotándolo de una gran barrera defensiva con una moderna galería de tiro y del foso que rodea la construcción”. Precisamente, esta última obra convertirá a la fortaleza en “una referencia entre todas las de la época” configurándose como “uno de los primeros castillos de toda Europa que se adaptó al uso de la artillería”, confiesa nuestro entrevistado.
“Este castillo cuenta con más de 500 años en los que estos miles de ladrillos han presenciado innumerables historias, aventuras y leyendas. Debido al gran avance que supuso la obra que mandaron hacer los Reyes Católicos, está considerado como una fortaleza renacentista, aunque su manufactura sea el ladrillo tan habitual en la arquitectura mudéjar de la zona”, informa nuestro entrevistado.
Precisamente la construcción en ladrillo es una de las cosas que más llama la atención de la fortaleza. Más aún cuando el visitante descubre que, en realidad, el ladrillo es más resistente a los impactos enemigos que la piedra, pues éste amortigua mejor el impacto e impide que se abran grietas o boquetes en el muro. De hecho, aún se pueden ver a simple vista gran parte de estos impactos.
El emblema de Medina del Campo
“El castillo se sitúa en la mota de Medina del Campo. Una pequeña elevación del terreno que permitía ver venir al enemigo desde bien lejos y un mayor control de las tierras que lo rodeaban. Era el lugar donde surgió un primer asentamiento en la Edad del Hierro, del que conservamos restos visitables en el Centro de Visitantes. y, más tarde, ya en Edad Media el origen de la actual villa de Medina del Campo”, explica David García Esteban.
El castillo de La Mota es el emblema de Medina del Campo. A nivel patrimonial y turístico es el atractivo principal, que no el único. Una vez que el visitante pasa por la Oficina de Turismo o el Centro de Visitantes descubre la importancia histórica, artística, gastronómica y comercial con la que cuenta la localidad. Medina del Campo no solo es el castillo.
A nivel patrimonial el visitante no se puede ir de la localidad vallisoletana sin ver su Museo de las Ferias, el Palacio Real Testamentario (donde vivió, dictó el testamento y falleció la reina Isabel I de Castilla), su importantísimo patrimonio religioso encabezado por la Colegiata de San Antolín y seguido por numerosas iglesias y conventos.
La riqueza de la cocina tradicional castellana y las innovaciones gastronómicas que ofrecen los diferentes establecimientos no dejan indiferente al visitante. El comercio, con su ya famoso “abierto los domingos” y eventos culturales de gran importancia como la Semana Santa (de Interés Turístico Internacional), la Semana de Cine o la Semana Renacentista, en la que los medinenses se vuelcan en recrear la vida y los importantes acontecimientos históricos que tuvieron lugar en los siglos XV y XVI.
“Aunque muchos piensan que fue la residencia principal de los Reyes Católicos en Medina del Campo, lo cierto es que no fue así. Tanto ellos como otros monarcas que residieron en esta localidad, lo hicieron en su palacio Real de la Plaza Mayor, siendo el castillo la fortaleza defensiva de la Villa. Aún así, estos miles de ladrillos sí que cobijaron a la princesa Juana, futura Juana I de Castilla, cuando fue retenida por sus padres, de la que no pudo salir durante unos meses y donde tuvo lugar el último encuentro entre Isabel y Juana”, añade nuestro entrevistado.
El que parece ser que sí que consiguió huir de este castillo fue César Borgia, encerrado en la gran torre del Homenaje, en la que también permaneció, 18 años, Hernando Pizarro, que incluso llegó a casarse en esta fortaleza con la gran Francisca Pizarro Yupanqui, princesa o ñusta del Perú, hija de Francisco Pizarro.
Un castillo que presume de ser testigo también de grandes conciertos
La Villa de las Ferias, como se conoce a Medina del Campo, puede presumir de contar con un castillo cuya parte defensiva, como es el foso, está en un muy buen estado de conservación. Ha soportado el paso de los años y se mantiene en forma.
“Hoy en día la fortaleza es propiedad de la Junta de Castilla y León, y en ella se compaginan dos usos diferentes: la institución usa las instalaciones interiores para realizar cursos, conferencias, seminarios y otras actividades culturales de diversa índole; mientras que el Ayuntamiento de Medina del Campo desarrolla el uso turístico de la fortaleza a través del Centro de Recepción de Visitantes del Castillo de La Mota, desde donde organizan un amplio programa de actividades variadas como: visitas guiadas a la fortaleza, visitas temáticas, teatralizadas, musicales, talleres para niños… además de mostrar al visitante un interesante yacimiento arqueológico de la Edad del Hierro, sobre el que dicho Centro se asienta, y de proporcionar información del resto de la villa”, añade nuestro protagonista.
Muy cerca se desarrollan conciertos, en época estival. Cerca estuvo David Bisbal y, este año, le llegará el turno a Pablo López, el 24 de agosto en concreto. Las vistas, en el lugar y para disfrutar de la buena música, son espectaculares.
“Si la reina de Medina es Isabel, el rey indiscutiblemente es el Castillo de La Mota”, finaliza David García Esteban, responsable de Actividades y Comunicación del Centro de Visitantes de la fortaleza medinense.
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