La rehabilitación del Teatro Lope de Vega está cada vez más cerca. El Ayuntamiento de Valladolid ha anunciado que destinará un total de 13.436.257 euros a las obras tras la adjudicación del contrato a la UTE Obrascón Huarte Laín, S.A.- Cabero Edificaciones S.A.
Unas obras que cuentan con un plazo de ejecución aproximado de 22 meses y que comenzarán, según han avanzado, una vez finalicen las Ferias y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo. Una intervención que lleva consigo, además de su conservación, protección, recuperación y puesta en valor, su incorporación a la infraestructura cultural municipal, al devolverle su uso original de teatro, actividad que además de potenciar sus valores artísticos, históricos y culturales, sirve como elemento de reactivación de la economía.
Los estudios arquitectónicos ‘Paredes Pedrosa Arquitectos’ y ‘Contextos de Arquitectura y Urbanismo’ son los responsables del proyecto de rehabilitación del Teatro Lope de Vega, que ha sido redactado por ambas empresas asociadas en una Unión Temporal de Empresas (UTE), con el fin de acometer esta intervención, que transformará este edificio histórico en un "espacio polivalente y flexible".
De este modo, este espacio que cuenta con una superficie construida de 6.050 metros cuadrados, tendrá tres espacios en uno, que pueden funcionar de manera simultánea o autónoma. Habrá una gran sala, con un aforo de 501 plazas sentadas y 736 plazas para eventos de pie; el Espacio María de Molina, que contará con una grada retráctil y el Espacio Veinte de Febrero, sala polivalente, con acceso directo a la calle del mismo nombre.
Además, la rehabilitación contempla la ampliación de la torre escénica existente hasta una altura de 28 metros, a la que se incorporarán todas las estructuras necesarias para el posterior montaje de un peine escénico motorizado, así como las pasarelas técnicas inferiores, apta para las escenografías futuras más exigentes.
El proyecto contempla la consolidación estructural integral del edificio existente y se plantea como estrategia principal la construcción de una estructura de hormigón armado visto que envuelve las fábricas existentes (fachadas de María de Molina, Veinte de Febrero, medianeras y muros de la sala y el escenario) consolidando su estabilidad estructural y configurando los espacios nuevos.
Los criterios generales de actuación sobre los elementos del edificio histórico de mayor valor y mejor estado de conservación -la gran sala y las fachadas de María de Molina y Veinte de Febrero- serán de restauración y recuperación de elementos originales, con el fin de restablecer el orden y la limpieza originales.
A causa del deteriorado estado de las estructuras y del escaso valor arquitectónico de los espacios interiores intermedios (forjados de pasillos, accesos, salas María de Molina y Veinte de Febrero, edificio de vestuarios y camerinos), se plantea una nueva configuración de estos espacios, con forjados de hormigón armado visto que continúan la envolvente interior estructural, creando espacios diáfanos y dobles alturas.
La construcción será óptima y eficiente con un consumo energético casi nulo. Se han tenido en cuenta criterios medioambientales, de sostenibilidad respecto a la construcción y al medio ambiente, eficiencia energética, e incluso soluciones bioclimáticas aplicables a su uso específico como la doble piel de la torre escénica y la fachada fotovoltaica.