El barrio vallisoletano de La Rondilla se ha convertido en escenario de un acontecimiento insólito que en muy pocas horas se ha hecho viral en las redes sociales. Todo ocurrió cuando un vecino que paseaba por la zona en horario nocturno se encontró a una pareja que estaba manteniendo relaciones sexuales en plena calle, completamente ajenos a miradas indiscretas. Una escena totalmente impactante que el transeúnte decidió inmortalizar con todo detalle con su teléfono móvil. 

El vídeo grabado por el testigo ha corrido como la pólvora en redes de mensajería instantánea. En él se puede verse a una pareja completamente desnudos, a excepción de unas zapatillas, manteniendo relaciones íntimas en el suelo, sin importarles ser vistos, pues en ningún momento mostraron intención de ocultarse ni de interrumpir lo que estaban haciendo.

Ni siquiera cuando el autor del vídeo pasó por su lado y se detuvo a grabarlos varios segundos, a apenas un metro de distancia. Además, se encontraban en una zona iluminada por varias farolas. De hecho, en las imágenes difundidas por redes se ve el rostro de la mujer.

Cabe recordar que la grabación y difusión de relaciones íntimas de las personas, aunque estén en un espacio público, pueden ser constitutivas de delito. Tanto es así, que, tal y como recoge el portal Maldita Tecnología, aunque todo depende del contexto del hecho y de la interpretación de la Justicia, grabar en la vía pública sin el consentimiento de los protagonistas puede suponer una vulneración del derecho a la imagen y a la protección de datos personales.

Independientemente de que, en este caso, el hombre y la mujer se expusieron voluntariamente a ser descubiertos al practicar el acto sexual en la calle, cometiendo, además, una infracción grave, penada con una sanción económica de entre 750 y 1.500 euros. 

Según explican, aunque el delito de vulneración de la intimidad hace referencia a las grabaciones en espacios privados, hay dudas de si esto puede extrapolarse a la vía pública. En cualquier caso, la ley sí recoge el derecho a proteger la imagen y los datos personales de cualquier persona en redes sociales, incluso aunque esta haya cometido una infracción.

Del mismo modo, tampoco se pueden difundir las imágenes ni siquiera para denunciar una infracción. En caso de que alguien difunda la imagen de una persona en redes sin su consentimiento, el damnificado podría interponer una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos AEPD por uso indebido de datos personales, así como recurrir al Canal prioritario de la AEPD para solicitar la retirada urgente de las imágenes.

El organismo podría imponer una sanción administrativa al responsable, quien también podría enfrentarse incluso a un pena de cárcel de tres meses a un año si el juez considera que el espacio al aire libre donde se han tomado las imágenes "reúne garantías suficientes de privacidad", es decir, si se consigue demostrar que hay ánimo de guardar intimidad, pese a estar en la calle. En cualquier caso, como se ha explicado anteriormente, todo depende de las circunstancias en las que se grabe el vídeo y de la interpretación del juez.