Las tensiones entre Valladolid y el artista urbano Omar Montes (Madrid, 1988) quedaron este sábado por la noche enterradas para siempre. La polémica se había adueñado de la segunda jornada de las Ferias y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo desde que se anunció que el cantante nacido en Carabanchel actuaría en el incomparable marco de la Plaza Mayor de la ciudad después de que en las Fiestas de San Antolín de 2022, en Palencia, corease el lema 'Pucelano el que no bote', pero este sábado la ciudad y Montes hicieron las paces para siempre.

El reconocido artista hizo vibrar a las decenas de miles de personas que se abarrotaban para entonar sus canciones y tuvo continuos gestos de complicidad con la ciudad, consciente de que era necesario calmar las aguas. "Cada vez que vengo a Valladolid la gozo", afirmó el artista, que recibió una sorpresa muy especial cuando recibió una figura con su imagen a la que enfundó la primera equipación del Real Valladolid de esta temporada. "Mis colores favoritos, el violeta y el blanco, que casualidad", dijo Montes, ganándose cada vez más el favor del público.

El inestable tiempo, con chubascos esporádicos, no impidió a las decenas de miles de fans del artista, mayoritariamente jóvenes, disfrutar de su mezcla de trap y flamenco, con éxitos como 'Alocao', en colaboración con Bad Gyal, 'La Rubia Remix 2' o 'Prendío', uno de los temas que le impulsó como artista en 2019. Una actuación en la que conectó de forma indudable con el público y que sirvió para amnistiarle como artista en una ciudad que se había impregnado de suspicacias desde que se anunció su llegada. A partir de ahora, Montes será un pucelano más.

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