La autovía A-6 suele caracterizarse por su gran afluencia de tráfico, ya que acaba siendo una especie de embudo de todo el noroeste español. Allí desembocan la A-52 que sale de Vigo, la A-66 de León y Asturias y la A-62 de Valladolid, para entrar en la Comunidad de Madrid una vez pasado el túnel del Guadarrama, el único tramo que cuenta con peaje de toda la carretera.

La A-62 es la vía más utilizada por los vallisoletanos que viajan a Madrid y viceversa, ya que la ciudad madrileña es un destino muy habitual para muchos habitantes de la ciudad del Pisuerga que trabajan en la capital de España. Además, cada vez más, Valladolid se ha convertido en un destino turístico de interior de primer orden y muchos madrileños y turistas que acuden a la capital optan por pasar un fin de semana en la ciudad castellana, por su cercanía y por su variada oferta a nivel cultural, gastronómico y de ocio.

Tan importante es dormir bien el día antes de emprender un largo viaje como realizar pequeñas paradas cada dos horas o, aproximadamente, cada 200 o 300 kilómetros durante el mismo para relajarse, estirar las piernas, refrescarse, llenar el depósito de gasolina y recargar energías con una completa comida que permita reanudar el viaje con más fuerzas.

Interior del comedor del restaurante Ruta 62 Restaurante Ruta 62

A medio camino entre Madrid y Valladolid

Y en este viaje de Madrid a Valladolid y viceversa por la A-62 se encuentra un mítico restaurante de carretera conocido por camioneros y turistas a la altura del municipio vallisoletano de Villamarciel, a poco más de 20 kilómetros de la ciudad del Pisuerga. El Restaurante Ruta 62, cuyo nombre hace referencia a la autovía, es un lugar ideal para realizar una última parada para recargar pilas en el viaje desde la capital de España.

Se trata de un establecimiento cuya especialidad son sus suculentas carnes al calor de las brasas, entre las que destacan el conejo, el churrasco, el pollo o su exquisito pincho de cordero. Las mismas son cocinadas en el imponente horno de Pereruela con el que cuenta el restaurante y que también permite realizar lechazo o cochinillo asado y chuletones y solomillos bajo encargo.

El local es muy amplio, cuenta con una gran capacidad para reuniones o eventos, pudiendo albergar hasta a 80 comensales, y se enclava en una ubicación estratégica en plena A-62. Por ese motivo, muchos de sus clientes son comerciales, camioneros o familias que necesitan hacer una parada en sus desplazamientos por carretera a través de la Autovía Burgos-Portugal. 

El horno de Pereruela del establecimiento Restaurante Ruta 62

Además, el restaurante Ruta 62 elabora cada día un plato diferente a la brasa que se puede probar dentro del Menú del Día a un precio muy asequible. Y pensando en los camioneros que necesitan parar a descansar en ruta, el establecimiento ofrece la posibilidad de que el comensal se beneficie de un pack elaborado conjuntamente entre el parking Ruta 62 y el restaurante Ruta 62. En concreto, se trata de 12 horas de aparcamiento en el parking contiguo, menú y ducha por sólo 16 euros.

Comida casera, brasa y buen ambiente

El establecimiento se encuentra regentado por los hermanos Sandra y Sergio Rodríguez González desde el año 2019 y su objetivo es el de ofrecer al cliente un lugar donde comer cocina casera, ricos platos elaborados a la brasa y platos de cuchara, entre otros, todo ello en el mejor ambiente.

El perfil de los clientes es muy diferente, desde viajeros en sus desplazamientos, hasta comerciales y camioneros, aunque durante los fines de semana el restaurante es visitado por muchas familias de Valladolid y localidades limítrofes. Las personas que acuden a este restaurante valoran la excelente cocina casera, los sabrosos asados a la brasa, la comodidad de las instalaciones y la atención del personal. "Somos felices de ver que la gente se siente cómoda en nuestro restaurante", destacan Sandra y Sergio.

El cochinillo asado del restaurante Ruta 62 Restaurante Ruta 62

Además, el restaurante Ruta 62 cuenta también con una cafetería en la que los viajeros podrán degustar los desayunos más sabrosos, además de tapas, raciones o platos combinados. Y en los meses de verano, los viajeros pueden disfrutar de una magnífica terraza de verano al aire libre donde poder compartir momentos con sus seres queridos. Todo lo que se necesita cuando se quiere parar en un viaje de Madrid a Valladolid.