La Asociación Provincial de Empresarios de Autoescuelas de Valladolid (APAEVA) ya no puedo más. Vive una situación muy dramática y por eso solicita “urgentemente” a la Jefatura Provincial de Tráfico de Valladolid “una optimización de los recursos disponibles para solucionar esta situación”.
Más de 130 aspirantes a conductores profesionales enfrentan una espera de hasta dos meses para examinarse, retrasando su incorporación al mercado laboral.
En estos momentos, la Jefatura Provincial de Tráfico de Valladolid se enfrenta a serias dificultades para atender la creciente demanda de exámenes de conducción, con una lista de espera que asciende a 2.834 aspirantes: 2.425 para el permiso tipo B, 191 para el permiso de motocicleta y 131 para vehículos pesados.
“Esta situación está generando graves perjuicios tanto para los futuros conductores particulares como profesionales”, lamenta José Luis Matos, presidente de Apaeva, en declaraciones recogidas por este medio.
En algunos casos, aspirantes de otras nacionalidades que están en proceso de canje de su permiso extranjero ven agravada su situación, ya que sus permisos de trabajo en España están próximos a expirar.
Asimismo, un grupo significativo de aspirantes a permisos profesionales está en riesgo de perder subvenciones ofrecidas por la Junta de Castilla y León, ya que el plazo para solicitarlas está a punto de expirar, lo que compromete la recuperación de la inversión en su formación.
El sector del transporte también sufre las consecuencias de esta demora, “con empresas que no pueden cubrir vacantes esenciales debido a la falta de conductores cualificados, lo que genera una importante presión sobre su operativa”, apunta Matos.
Además, “los profesores de autoescuela de Valladolid se ven obligados a ralentizar su actividad debido a la imposibilidad de que sus alumnos ya formados puedan acceder al examen, lo que está provocando serios problemas económicos en las autoescuelas, que ven limitada su capacidad de trabajo”.