Miguel Jerez a las puertas del nuevo local de 'El Silo - Casa de Cultura', en Valladolid

Miguel Jerez a las puertas del nuevo local de 'El Silo - Casa de Cultura', en Valladolid EL ESPAÑOL - CyL

Valladolid

El nuevo hogar en Valladolid donde "hacer sociedad" y acercar realidades: "La cultura es un nexo común para todos"

Miguel Jerez abre el primer local de El Silo, un proyecto de innovación cultural que va más allá y apuesta por el trabajo en comunidades.

19 septiembre, 2024 07:00

No hace falta ni llamar antes de entrar. La puerta está abierta a nuestra llegada. Como si este local de la calle Imperial 26 de Valladolid fuese una especie de hogar colectivo. Quizás, esto es una buena representación de lo que Miguel Jerez (1989, Ávila) quiere transmitir con su proyecto cultural. "La cultura es un nexo común para todos".

Esta última afirmación es una de las grandes frases, a grandes rasgos, que nos deja Miguel Jerez a EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León para resumir su forma de entender el concepto de 'El Silo - Casa de Cultura'. Un innovador proyecto cultural, nacido en la pandemia, que este 20, 21 y 22 de septiembre estrena su local físico.

Este abulense, que lleva buena parte de su vida en Valladolid, arrancó El Silo durante la pandemia como una "consecuencia natural" de lo que venía haciendo. Se ha movido por medio mundo, es actor de arte dramático y ha estado en Brasil haciendo batucadas y percusión afrobrasileña tras finalizar sus estudios en Musicología.

Esto le generó una sensación de estar "en muchas cosas en sitios diferentes" y que muchas de ellas se solapasen. Por eso, vio la posibilidad de "aunar esfuerzos" entre algunas de ellas y durante la pandemia se sometió a tiempos de "reflexión". Fue junto a dos amigos, Daniel y María, con quien compartió estas inquietudes.

Y fue así como llegaron a un "proyecto que lo unificase todo". A día de hoy, Daniel y María decidieron tomar "otros caminos" y es Miguel quien dirige en solitario El Silo. Talleres, formaciones, producción de espectáculos y mediación cultural. Estas son las patas que sustentan el proyecto que desde este 20 de septiembre ya tiene sede física.

"La cultura puede ser entretenimiento, que está muy bien, pero tiene muchos más valores", relata el director de El Silo. Para Miguel es una "creación de vínculos entre las personas" y todo lo que se genera después como las redes de apoyo, conocer gente, superar diferencias o aceptarlas.

De todas sus vertientes, es esta última la que "bebe" de las otras patas de El Silo. Formación y talleres, y producción de espectáculos representan la parte más básica de esta Casa de la Cultura. Aunque la identidad propia del proyecto es "nómada" el nuevo local pretende ser sustento para asentar un poco estos programas.

La gran apuesta de Miguel es la mediación sociocultural y artística, con la que busca trabajar con comunidades. Son proyectos con un "componente social", trabajando en barrios como San Pedro Regalado o Barrio España, en colaboración con el Consejo Social.

"Son barrios que tienen una idiosincrasia especial, pero son muy diferentes entre sí. La cultura es un campo rico, útil y que es bueno para la sociedad. Nos hace un poco más conscientes de dónde estamos y de quién es el otro, conocer gente y hacer cosas juntos es la idea", explica el abulense pero vallisoletano de corazón.

"No sale igual"

Aunque las actividades que desarrollan en los diferentes lugares son similares, "cada colectivo lo orienta de su forma". "Un taller de música que tenemos diseñado de una forma no sale igual con un grupo de Barrio España que uno en Covaresa en los programas de Vallatarde o Vallanoche", apunta Miguel Jerez.

De ello, salen "cosas muy diferentes" y el taller se "aprovecha de diferente forma". Para Miguel la actividad, la música o los títeres son un "pretexto", la parte "entretenida", y de ahí nace lo que es "interesante": "Un tiempo que compartes con gente nueva o conocida y en el que sin querer vas a descubrir cosas".

Para el director de El Silo ahí radica el principal quiz de su proyecto, en las "cosas que ocurren sin querer una vez la actividad empieza".

El nuevo local supone un hito en el proyecto de Miguel, que vuelve a ver en su apertura una "consecuencia natural". Y es que el director de El Silo reconoce que este año era un "punto de inflexión", en la dirección de dejar el proyecto atrás o "despegar". "Tener una sala física eso lo materializa un poco", añade.

Sociedad no empática

"¿Has preguntado alguna vez que nuestra sociedad no es todo lo empática que debería?" Esa es la pregunta que en su lema se hace Miguel y que también trata de abordar en esta conversación. Si hay algo que caracteriza especialmente a la sociedad en este momento es el "individualismo".

"Cada uno miramos a muy pocos centímetros de nosotros mismos y pensamos que esa es la realidad. Y no", señala tajantemente. Es ahí donde quiere trabajar, en el proceso de "darnos cuenta que hay otra gente diferente, que tiene que seguir siendo diferente y a lo mejor no llegar a acuerdos".

Miguel detesta la "visión buenista" de que todos somos iguales y cree que "cada uno tiene su realidad" y es en ese contexto de "de repente hacer actividades, ver un concierto o hacer un taller" donde uno se "siente vulnerable porque está aprendiendo" cuando te pones "en una actitud curiosa y un poco más abierta".

"Es ahí donde se abren perspectivas en la cabeza. De repente una persona que tienes delante que no conocías, la conoces, y a una que conocías, descubres otra cosa", explica el actor y productor de espectáculos.

Un momento en el que una persona se da cuenta de que "las diferencias no son tan grandes" o que "sí lo son, pero que no pasa nada". "Ahí es donde entra la empatía", aclara Miguel Jerez.

Miguel quiere utilizar la "cultura como medio de hacer sociedad" para tratar de "mejorar desde la base". Para él es una forma de "ampliar los horizontes democráticos" porque es una "herramienta" que ayuda a aumentar los márgenes y porque "nos pone en contacto con gente que no piensa como tú y lo hace de una forma muy inevitable".

El Silo tiene ya casa propia, un hogar colectivo para toda la sociedad, pero que seguirá recorriendo todos los rincones porque "es muy necesario seguir saliendo". Este local nace para usarse y "llevar la gestión y la programación", pero el proyecto de Miguel Jerez quiere seguir estando en los barrios y, también, en el mundo rural.