El Real Valladolid se fue de vacío de Sevilla. Sigue sin sumar un solo punto a domicilio y no parece que vayan a ser muchos en el resto de la temporada si todo sigue igual. El conjunto andaluz venció por 2-1 tras una mala primera parte regalada por Paulo Pezzolano.

El Pucela ya está en descenso, lo mejor del partido fue el rendimiento de Mario Martín y las actuaciones del portero Hein. Los blanquivioleta siguen demostrando que sus errores en área propia y en la de ataque, sin colmillo, le hace ser un equipo blando.

La primera parte fue mala con un once plagado de jugadores poco habituales. Pezzolano está pensando en el Mallorca del próximo viernes. Se vio poca cosa ante un Sevilla, el peor en mucho tiempo, que no lo supo aprovechar hasta la recta final.

En la segunda parte se jugó mejor, aunque la entrada de hombres como Ivi o Moro, al contrario que otros días, no aportó ese plus.

Kike Pérez, que hasta ese momento había hecho un partido nefasto, realizó una gran combinación con Mario Martín, para poner el empate. Era el minuto 56. El Pucela se encontró un empate de la nada, al Sevilla le dolió, pero no se pudo hacer una buena lectura.

En el minuto 85 llegó la sentencia. Una buena presión de Gudelj, que forzó la pérdida de un errático Meseguer. Ejuke se va escorando pero saca el tiro cruzado para poner por delante a su equipo.

Pese a que posteriormente el Sevilla se quedó con 10 por la expulsión de Marcado, el Pucela no lo supo aprovechar. Por su falta de ambición y porque el árbitro tampoco lo permitió.