Una vez, Eliud Kipchoge, considerado el mejor maratoniano de todos los tiempos, dijo que el ser humano "debe correr contra lo impensado". Esto podría resumir la historia de José Ángel Gorriti (22-05-1967, Valladolid), que no quería hacer deporte y más de dos décadas después va camino de completar su maratón número 100.
Hace 24 años, en el 2000, decidió sumergirse en un proceso de cambio físico, pero no quería incluir el deporte en el camino, a pesar de las insistencias de su médico. Ahora, este 13 de octubre el municipio vallisoletano de Velliza ha organizado una prueba en su honor para que pueda completar su hito centenario en maratones.
"Le dije al médico que me pusiera la dieta más dura si quería, pero que yo no iba a hacer deporte", recuerda Gorriti, como le llama todo el mundo, en una entrevista con EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León. Tras perder 18 kilogramos, fue cuando empezó a correr de forma espontánea.
José Ángel reconoce no saber los motivos concretos por los que empezó a hacerlo, pero se acabó convirtiendo en algo "muy significativo". "Tampoco sé muy bien porqué empecé a correr. Fue en el barrio, me dio por dar un par de vueltas a la manzana y cada día más hasta que logré estar una hora seguida sin parar", relata.
Este fue el germen que luego despertó toda esta locura por las maratones. Su introducción en el mundo del "atletismo popular" fue el primer paso y se inició yendo a "carreritas". Primero fueron las pruebas de 10 kilómetros y después llegaron las medias maratones.
"Hice una (media maratón) y me gustó. Hice más y me metí en el club de los Trota Pinares y cuando ya llevaba 12 (ahora lleva más de 150), en el ambientillo del club me dijeron que tenía que hacer una maratón", afirma.
Sin embargo, él veía en ello "algo imposible" de llevar a cabo. "No entraba en mi cabeza, pero tanto me lo repetían y cada vez me gustaba más salir a correr y me sentía muy bien", admite echando la vista atrás. Y así fue como llegó la primera maratón de José Ángel, en el año 2003, ahora hace 21 años.
Desde entonces, comenzó a hacer una maratón al año y cuando cumplió los 42 años, se propuso hacer 12 maratones, una por mes. "Lo conseguí. Aquí en el mundillo me decían que estaba loco, que es imposible y que me iba a lesionar", apunta.
"Ir a por más"
Esto le abrió la puerta a conocer más gente del mundo del atletismo popular y, más en concreto, de esta disciplina que tanto le ha cambiado la vida. Descubrió deportistas que tenían una "barbaridad de maratones" y eso le empujó a autodecirse que "hay que ir a por más".
"Ha sido un objetivo, ya que no soy rápido lo que he hecho es hacerlo bastantes veces", reconoce. Ha recorrido todo el territorio nacional y parte del extranjero (París, Praga, Roma, Aveiro, Ámsterdam u Oporto, entre otras) con sus zapatillas. Ahora, ya son 99 las maratones en sus piernas que en pocos días serán centenarias.
"Ha hecho muy bien en empezar a correr". Es el mensaje que le gustaría a José Ángel mandar su yo de hace 23 años. Aquel impulso que le dio le ha empujado a vivir una "cosa maravillosa" como es el deporte. "Me ha dado mucho. Amistades, satisfacción de conseguir llegar hasta una meta o disciplina", recalca.
Y es que el maratonista vallisoletano sabe que "ese José de hace 23 años era mucho más anárquico". Más de dos décadas después, llega el momento de convertirse en centenario en una prueba que será "muy significativa".
Iba a ser Bilbao
La fecha marcada para alcanzar esta cifra icónica, en un principio, iba a ser en la maratón de Bilbao del 19 de octubre, pero fue su amigo, también alcalde de Velliza, Luis Miguel Serrador, quien le invitó a organizarle una en el municipio.
Fue entonces cuando se pusieron manos a la obra, preguntando al club de José Ángel cuáles son los requisitos para que la maratón cuente dentro de las estadísticas y así se ha fraguado. Una prueba para la que estará acompañado, como no podía ser de otra manera.
Un día que le llena de "satisfacción" y que podrá disfrutar de este hito junto al propio regidor, "que también corre" o muchas de las personas que forman parte de su "familia atlética". "Vienen de Santander, Bilbao, Valencia, Vitoria, Madrid o Badajoz", señala.
También de la "gente popular", sus amigos de Valladolid con los que entrena y sus familiares, que le acompañarán en los últimos kilómetros. "La llegada va a ser muy emotiva", aventura José Ángel Gorriti.
El recorrido
Velliza es un municipio con "mucha cuesta" y eso complicaba sacar un recorrido. Finalmente, éste constará de una vuelta al pueblo, subida al páramo, donde darán cuatro vueltas una distancia aproximada de 4,7 kilómetros y regresarán al núcleo rural. Esto supone 21 kilómetros y se repetirá dos veces.
Será el momento de cruzar la meta cuando, por fin, Gorriti podrá decir que es centenario en maratones y es ese instante lo que le "quita el sueño". "Me despierto muchas veces por la noche pensando qué se me pasará por la cabeza", admite con una leve risa tras el teléfono.
Para él va a ser "muy bonito" que su hija le vaya a entregar la medalla. Algo que le "enternece" porque el primer maratón, en 2003, ella tenía dos meses aproximadamente. "Ahora tiene 21 años y entrar en meta con ella y que luego me ponga la medalla me ha llenado", subraya.
El atletismo cambió la vida de José Ángel, que antes del año 2000 había intentado ya salir a correr y le parecía "imposible y muy duro". Ahora, le pasaría "lo contrario" y asegura que "no podría vivir sin correr". "Madrugo para correr, me lo quito de dormir, de dónde sea, pero necesito mínimo una hora cinco días a la semana", afirma.
Sus marcas personales
Su récord de tiempo son 3 horas y 20 minutos. Una marca que logró en 2011 en Oporto y a la que se ha acercado bajando de las tres horas y media, en otras cuatro ocasiones. Ahora se sitúa en las cuatro horas y media porque "cuando empiezas a acumular" las haces "más tranquilo e intentando no lesionarte".
Fue hace un par de años cuando trató de mejorar su tiempo y comenzó a hacer series, pero se lesionó. "Lo mío es correr muchos kilómetros y despacio", señala.
Será en la maratón de Bilbao, seis días después de Velliza, cuando ratifique su hito, haciendo esta prueba que será su maratón 101. "Ya estoy inscrito", avanza el vallisoletano. "Siempre estoy preparado", apunta y añade que su preparación se basa en ir aumentando los tiempos gradualmente.
Los martes, miércoles y viernes sale a correr una hora, los sábados dos horas y media o tres, y el domingo entre hora y media y dos. "Más o menos esa es mi semana corriendo y con eso me vale", relata.
La anécdota
De todos los intentos, únicamente le ha pasado una vez que no ha logrado completar una maratón. Y fue una anécdota en Madrid. El día anterior había salido con sus compañeros de fiesta y "bebimos un poquito más de lo que deberíamos". Él, tenía la intención de hacer los 42 kilómetros y sus compañeros la media maratón.
Es en el kilómetro 18 donde hay una bifurcación en la que unos siguen el recorrido de la maratón y otros el recorrido de los 21 kilómetros. "Me fui con ellos (sus compañeros) a la media maratón. Creo que hice bien en no acabar porque no tenía cuerpo", bromea con una carcajada.
"Maratones compulsivas"
Ya con el centenar de maratones en la palma de la mano, Gorriti admite que a partir de ahora las va a "elegir un poquito más". Hubo un momento que hacía "maratones compulsivas" con el objetivo de acercarse al número y, por ejemplo la de Sevilla, que es de sus favoritas, estará "cuatro o cinco años" sin hacerla.
En cambio, hará Castellón y Murcia, las dos únicas que le faltan en España y apostará más por las "maratones de poca gente", conocidas como "maratones artesanas". "Las he cogido el gustillo. Te cuidan mucho y somos todos conocidos", explica.
Una de esas "maratones artesanas" es la que, para él, tiene un especial significado. Es la maratón del río Boedo, en Bascones de Ojeda (Palencia). "Es la esencia del maratón. Siempre te dicen que no eres 'maratoniano' hasta que no corres Nueva York y yo digo que Nueva York te hará 'maratoniano', pero el Boedo te doctora", zanja.
José Ángel Gorriti afrontará este próximo 13 de octubre, en Velliza, quizás, los 42 kilómetros y 195 metros más importantes de su vida atlética. De no querer hacer deporte a convertirse en centenario en el mundo de las maratones. "La llegada va a ser muy emotiva".