Los últimos coletazos del huracán Kirk, ya en forma de borrasca, que llegan este miércoles y jueves a Valladolid han hecho temblar la ciudad. Por eso, desde el Ayuntamiento se ha decidido extremar las medidas y, además, ha cerrado a cal y canto el parque de Campo Grande.
De esta manera, la Concejalía de Medio Ambiente ha decidido activar el Protocolo de Gestión de Incidencias y Actuación por la previsión de situaciones meteorológicas excepcionalmente adversas para este miércoles 9 y jueves 10 de octubre, declarados en alerta por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Las condiciones extremas que se prevén a causa de las fuertes rachas de viento, de hasta 120 kilómetros por hora, ha provocado que se estén tomando las medidas oportunas para evitar cualquier emergencia imprevista.
Por eso, desde el Ayuntamiento de Valladolid se ha decidido emitir una serie de medidas y recomendaciones para la población general.
La primera de ellas es el cierre al público del parque del Campo Grande, debido al peligro que supone la caída de ramas y árboles y prevenir de esta manera que pueda producirse alguna incidencia con personas implicadas.
Además, procederán al cierre o aviso mediante cinta de balizado y/o colocación de cartel indicador en todas las zonas o ejemplares que estén incluidos en el listado de riesgo del Plan Director del Arbolado.
El cartel correspondiente o baliza también se colocará en todas aquellas zonas que se estime necesario por las características de su arbolado, ya sea por dimensiones o estado sanitario, o la existencia de episodios anteriores de rotura de ramas o caída de árboles.
Además, los funiculares instalados en la ciudad para salvar los desniveles en distintos barrios se encuentran fuera de servicio por razones de seguridad hasta el final de la alerta.
Igualmente, recomiendan evitar resguardarse en zonas próximas a árboles o caminar debajo de los mismos cuando se transita por la vía pública.
En el caso de verse sorprendido por rachas fuertes de viento, aconsejan que, en la medida que sea posible, mantener una distancia de seguridad del doble de la altura de los árboles presentes.